"Charla de amigas"

371 40 13
                                    

- "Coloca dos pizcas de esencia de hongo y una cucharada de polen de rosa".

Amanda tomo con cuidado la bolsa de color marrón que contenía el polvo volátil que se fabricaba secando hongos del bosque oscuro. Introdujo su mano en la bolsa y tomo lo que para ella era "una pizca" y lo arrojo dentro del caldero que revolvía Diana suavemente pero sin detenerse.

- ¿Eso te pareció una pizca?.- Le reprocho la rubia al ver que al hacer contacto el polvo con el espeso liquido grisáceo que mezclaba, se torno mas oscuro.

- Si. ¿Por que? ¿Acaso tus pizcan son diferentes?.- Contesto burlona la pelinaranja, haciendo que Diana mostrara una media sonrisa.

- Una pizca no es eso. Es mucho lo que arrojaste, por eso la poción cambio de color abruptamente. Una pizca es solo lo que llegas a juntar entre la punta de tus dedos. Una pizca. ¿Entiendes?.- Amanda rodó sus ojos balbuceando entre dientes lo mismo que la brujita rubia le había mencionado, haciendo que Diana detenga su movimiento dentro del caldero.- Dijiste que querías ayudarme, comportándote de esta manera inmadura y poco dedicada no lo estas haciendo Amanda.

- ¡Es que lo haces taaaaan difícil, Diana!.- Contesto rápidamente, relajando su cuerpo sobre el estante de pociones que había en el salón de farmacéutica.- Te quejas de todo, todo te molesta, todo te parece malo si no es a tu modo. ¡Pues lamento no poder hacerlo perfectamente de la manera que tu lo haces!.- Continuo quejándose mientras con su cuerpo sobreactuaba sus palabras. Se llevaba una mano a la frente y otra al pecho, casi como si de una escena dramática de cine clásico se tratase.

Diana continuo mezclando, volviendo a agitar la larga cuchara de madera dentro del caldero, mientras suspiraba con fuerza, replanteándose el porque había aceptado la ayuda de su histrionica y parlanchin amiga americana.

Amanda noto el tenso y cansado rostro de su amiga y se aproximo a ella sin que esta lo notara, quedando justo a su lado.

- Oye... - Comenzó con calma, llamando la atención de su amiga y cuando tuvo los ojos azules posados en ella, continuo.- No debes decirme si no quieres, no seré insistente, al menos no como las demás se que lo fueron.- Diana trago con dificultad al oírla, sabiendo hacia donde se dirigía con sus palabras.- Se que estas molesta, enojada.- Continuo la brujita americana dejando mas nerviosa a la rubia.- Lamento molestarte, no quiero hacerte enojar ni nada de eso, solo quiero hacerte compañía, charlar contigo, es... e-en verdad queremos ayudarte. ¿Sabes? Estamos preocupadas, todas lo estamos y creo que es momento de hablar sobre el asunto.

Diana detuvo su mano, dejando de mezclar la poción en la cual trabajaban.

- Cre-Creo que ya puedes irte Amanda, m-me ayudaste bastante.- Contesto de manera sorpresiva volviendo a concentrarse en su trabajo.

Amanda rodó sus ojos, chasqueando su boca al mismo tiempo que movía su mano sujetando el utensilio que usaba enérgicamente su amiga.

Diana forcejeo, intentando que la pelinaranja suelte su agarre, pero al cabo de unos segundos se resigno a que eso no pasaría.

Suspiro con fuerza, soltando la larga cuchara de madera y volteándose hacia su amiga.

- ¡Bien! No vas a evitar este tema conmigo, como lo hiciste con las demás.

- ¿Tema? No hay ningún "tema" que quiera evitar.- Contesto molesta la rubia, cruzándose de brazos.- Si solo vas a molestarme e interrumpirme en mi trabajo deberías retirarte, tengo suficientes asuntos y responsabilidades de las cuales ocuparme como para seguir tus tontos juegos.

- Oh... ¿Ahora te haces la enojada? ¿Es lo mejor que tienes para defenderte? Me desilusionas princesita, antes hubieras dicho algo mejor que solo un "tingi isintis impirtintis".- El rostro de Diana se cubrió de rojo ante la seguidilla de burlas que recibía.

Caleidoscopio LunarWhere stories live. Discover now