Estaba llegando un poco tarde a la casa de Vero, me perdí unas cinco veces <<Vaya, está chica sí que vive lejos>> Tomé mi teléfono y marque al número de Vero, sonó tres veces y por fin contesto.
— "¿Bueno?"
— Sí, hola soy Mailen... Lamento la tardanza es sólo que, digamos que, estoy un poco perdida.
— "Ahm, vale dime en dónde estás."
— Okay, estoy en un callejón. Esta dividido ¿voy a la derecha o a la izquierda?
— "Bien, tienes que ir a la derecha y la primera casa que veas, esa es la mía"
— Vale, gracias nos vemos entonces.
Colgué y los nervios empezaron a manifestarse empecé a caminar, me detuve frente a la casa, pensé dos veces antes de tocar, cuando estaba a punto de hacerlo el rostro de Verónica apareció. Sonreí nerviosa.
— Ay, hola... Lamento la tardanza.
Miré hacía atrás y ahí estaban Lina y Zulay, tomadas de la mano mirando a la puerta, me puse más nerviosa y agache la cabeza. Verónica tomó mi mano y me adentró a la casa, al llegar a su habitación saludé tímidamente a las chicas y tomé asiento enfrente de la computadora. Habló Verónica.
— Muy bien chicas, Mailen ¿te parece si imprimes algunas imágenes sobre el tema? Zulay, Lina y yo haremos los carteles.
Solo asentí y me concentré en lo mío mientras las otras chicas platicaban y escribían sobre las cartulinas, hasta que una voz un poco chillona y escandalosa me detuvo. No era ella.
— Mailen, ¿no quieres poner un poco de música?— Era Zulay que me preguntaba con ánimo, le sonreí y asentí, abrí paso para que pusiera la música que ella quisiera.— ¿Qué música te gusta?
Alcé la mirada y abrí un poco los labios para sonreír y hablar cohibida.
— Me gusta mucho la música alternativa.
La chica abrió los ojos y sonrió.
— ¡Genial! A Lina y a mi también, ¿verdad?
Miró a la chica quién alzó la mirada y me sonrió cálidamente, asintiendo.
Mientras comíamos decidí a hablar más, respondía sus preguntas con felicidad y aveces hacíamos bromas, la risa de Lina era tan suave que era placentero hacerla reír y sonreír, algunas ocasiones cruzábamos miradas pero ninguna tan mágica como las que le regalaba a Zulay, estaba perdida por ella y cualquiera lo podía notar a kilómetros. Su mundo giraba entorno a Zulay.
— Mailen, ¿sales con alguien?
Me detuve muy bien a responder esa pregunta, realmente no sabía que decir, era un poco complicado.
— Conozco a alguien.— La mirada de Lina se clavó en mi. — Es "ella" y es complicado de explicar, nos hemos visto un par de veces pero solo eso, nada formal aún, ninguna de las dos se atreve a dar el siguiente paso y creo que ella no esta tan segura de su identidad, así que, nada del otro mundo... Pero me gusta y yo a ella, creo.
Lina habló.
— ¿Cómo se llama?
Solté una pequeña risa.
— Ana. — Saqué mi teléfono y busque una foto de ella. — Es ella.
Me sonrojé al mostrárselas, Lina sonrió al ver la foto y Zulay solo la miró sin expresión alguna.
— Linda pareja.
Dijo Zulay, yo solo asentí y me limite a seguir comiendo. Concluí por darme cuenta que Lina y Zulay eran más que amigas, aunque algo andaba mal. A Zulay no le gustaba el afecto, a ella sí, a Zulay no le gustaban los besos en la mejilla, a ella sí, Zulay no creía en el amor eterno, ella sí, Zulay prefería pretender, ella no.