Capítulo 29

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*UNA LLAMADA INESPERADA*

Sonrió, se acercó al tenedor y se lo comió, mientras comía divisé un trocito de lechuga en la comisura de sus labios así que acerqué mi pulgar y lo paré justo donde este estaba. Al hacer ese gesto ambos nos acercamos, nos quedamos a pocos centímetros el uno del otro.

¿Quiero besarla?
¿Estoy enamorado de T/N?

Borré esos pensamientos y la cogí de los mofletes, hice el movimiento que todxs los abuelxs hacen y me aleje de ella. Pasamos varias horas viendo la televisión, me acordé de que tenía que comprar unas cosas para un vídeo y también quería dejarla su espacio para que pudiera estar más cómoda. Me estaba por ir cuando T/N me habló.

No se lo cuentes a nadie por favor - me dijo cabizbaja-

Tranquila, esto queda entre nosotros, por cierto,
gracias por confiar en mi - le di una de mis mejores sonrisas y me fui -

NARRA T/N

Después de que Agustín se fuera las lagrimas empezaron a caer de mis ojos, la verdad es que no sabía porque lloraba, la impotencia que sentía en ese momento era muy grande. No entendía el porqué de la situación que me había pasado hace unas horas, como puede haber gente que no tenga dos dedos de frente, porque a nosotras, porque ya no podemos ir seguras por la calle sin que nada ni nadie nos haga sentir mal o incómoda, ¿por que?

Después de varias horas de reflexión cogí mi portátil para distraerme un poco y dejar de pensar en lo que había sucedido.
Mientras veía un vídeo mi teléfono sonó, al ver el nombre en la pantalla me dio bastante alegría. Le cogí rápidamente el teléfono a mi madre.
Estuvimos hablando bastante tiempo, siempre que hablo con ella me entero de cosas sobre los vecinos, para que mentir, somos unas cotillas de pies a cabeza, pero las risas que nos echamos no tienen precio.

A LA MAÑANA SIGUIENTE

El sonido de la alarma me empezaba a taladrar la cabeza, con toda la pereza del mundo la apagué como puede. Afortunadamente solo tenía dos clases por la tarde así que me di el capricho de dormir un poco más.
Después de una media hora me levanté y me fui directamente a la ducha, hace un calor de locos y da gracias que estoy en Andorra, no me imagino como deben de estar los del sur.
Me puse esto:

(menos el bolso)

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(menos el bolso)

Me maquille lo justo ya que cuando me mire al espejo noté unas abundantes orejas, en las noches de verano no puedo dormir mucho ya que me paso la mayoría del tiempo dando vueltas en la cama como si fuera una croqueta.
Tenía pensado ir a estudiar un poco en la cafetería más cerca de casa, a la que voy siempre. Cogí todas las cosas que iba a necesitar y las puse en una mochila que tenía por ahí y cerré la puerta.

EL MUGRE DE MI VECINO ( IMAGINA CON TARIFA ) | SUSPENDIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora