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HoSeok se encontraba en los brazos de su ahora mejor amigo, soltando incoherencias al aire en todo momento  e incluso a veces llegando a insinuársele discretamente con halagos calientes que sólo él escuchaba.

"¡Yah, tranquilízate, HoSeok, parece que estás aprendiendo apenas a caminar!" Entre risillas lo cargó en sus brazos, mirando su expresión tierna entre el miedo y la diversión.

"Está tan alto que siento que vuelo~" Comenzó a retorcerse en sus brazos mientras una risa estúpida salía de sus labios y se aferraba por consiguiente al cuello del moreno, lloriqueando.

"Ya casi llegamos, debes estar calmado o te tiraré al suelo y llegarás arrastrándote a casa" Lamió la mejilla del más bajo de forma juguetona, quien se tranquilizó casi instantáneamente. Al par de minutos llegaron a la casa de los chicos, en donde también vivía NamJoon a pesar de ser el único que tenía su casa individual. Tenían bastantes habitaciones libres y quedarse ahí para estar más cerca de sus amigos no era una mala idea.

NamJoon inmediatamente fue a recostar al mayor en el sofá para dos personas, mientras que Taehyung y JungKook ocuparon el más amplio.
JiMin descansaba en su habitación y YoonGi junto con Jin había ido a comprar más alcohol para continuar la fiesta en casa, ya que no estaban lo suficientemente ebrios como para no razonar y queriendo evitar peligros decidieron que ellos comprarían un poco y el resto regresaría directamente al hogar.

El estómago, o mejor dicho hígado de HoSeok no aguantó lo que esperaban, puesto que con un mareo que él juraba era infernal y un dolor de cabeza insoportable, se levantó del sofá a toda velocidad y subió las escaleras tambaleándose para ir directamente al baño y comenzar a vomitar de inmediato en el inodoro. NamJoon, con algo de preocupación y al mismo tiempo largando un suspiro, caminó un poco más lento detrás de él, dejando al otro par, de hecho novios, en el primer piso.

Nam podía escuchar sin entrar al baño las arcadas de HoSeok, pero aún así decidió entrar en él. Después de todo no era la primera vez que lo veía vomitar. El mayor del par lo miró de reojo y Nam con una pequeña sonrisa socarrona se arrodilló a su lado, acariciando su espalda como consuelo. 

"Mientras bebías parecías muy contento" Rió burlón, mirándole divertidamente.

"No entiendo cómo tú tienes tanto aguante" Hizo un mohín y le miró con culpa, ya tranquilo y con el estómago vacío.

"Tengo experiencia, supongo" Esa maldita sonrisa que derretía a HoSeok apareció en el rostro de su mejor amigo y no pudo evitar levantarse del suelo para acercarse a él que había regresado a recargarse en el borde de la puerta. Lo abrazó por los hombros, acto seguido le rodeó el cuello con los brazos, y NamJoon sabía lo que quería conseguir, por lo que siguiéndole el juego envolvió su cintura con sus brazos. No obstante y a pesar de su escasez de autocontrol, en cuanto los labios de Hoseok estuvieron a centímetros de los suyos, una mano le soltó la cintura y su índice se posó sobre sus belfos. "En primer lugar sigues ebrio, y en segundo lugar, acabas de vomitar, así que al menos lava tu boca antes de intentar besarme."

"Eres malo conmigo, Nammie~" Se separó aún sin rendirse por completo, pero atendiendo su orden para conseguir un mínimo contacto. Fue hacia el lavabo en donde tenía su cepillo dental dentro de un pequeño recipiente de plástico, después y mirando a NamJoon atentamente de reojo entre cada acción, comenzó a lavar sus dientes. Seguía mareado, incluso aún estaba ebrio, pero estándolo o no, un beso del mas alto era lo que siempre quería y necesitaba. "Ya estoy listo". Entrecerró sus ojos, acercándosele con la boca llena de espuma. Su acompañante simplemente rió, lo llevó nuevamente hacia donde antes y le hizo enjuagar su boca.

"Ahora sí que estás listo, lindo" Lo tomó por las caderas, lo acercó a sí, pegándolo a su pecho, y finalmente lo acorraló contra la pared de manera cuidadosa, manteniéndolo atento. "Nunca cambias, sigues siendo travieso" Con diversión, aprisionó sus labios entre los suyos en un movimiento rápido, pero con vaivén lento, cerrando sus ojos para disfrutar más el contacto. Aquél beso que hasta el momento era inocente se intensificó cuando las manos del más bajo se aferraron a su camisa justo en la zona del pecho y recorrieron tal, tocando todo el torso sin vacilar. Llegaron a su abdomen bajo y ahí finalmente su travesura comenzó.

"Na-Nammie~ estoy excitado" Un hilo bastante delgado de saliva colgaba de sus labios cuando se separó y el rostro malvado y sonrisa del de tez morena fue una apenas pequeña indicación de que debía detenerse, aunque aún así, no quiso hacerlo y simplemente su diestra descendió hasta la pelvis del menor.

 Sonidos extraños hacían acto de presencia y no eran lejanos, sino más bien venían del primer piso, específicamente de la sala, en donde se habían quedado los dos menores del grupo. NamJoon no les prestó importancia, por lo que sin pensarlo mucho atacó a HoSeok de manera necesitada, mordiendo, lamiendo y succionando la piel suave e inmaculada de su cuello, dejando como resultado marcas violáceas.

"Estando ebrio pareces menos nervioso." El rostro del mayor no tardó en ponerse rojo cuando las palabras ajenas se escucharon. No contestó y el moreno lo tomó por los muslos en sus brazos; un pequeño salto producto de aquella acción hizo que sus piernas terminaran una a cada costado de quien lo cargaba. 
Sin esperar, NamJoon comenzó a caminar en busca de una habitación vacía y algo lejana a donde Jimin dormía, para, al localizarla, adentrarse y recostar al delgado en la cama. 

Posteriormente y sin haberse separado o llegar a aplastarlo, aún entre sus piernas, comenzó con un lento vaivén de caderas, simulando embestidas y robándole uno que otro suspiro a HoSeok, que se retorcía sumiso debajo de NamJoon, el cual mantenía una sonrisa burlona. Disfrutaba de tener al mayor de esa forma tan dócil. A su merced.

HoSeok sin espera tiró de los cabellos ajenos de manera delicada, arqueó la espalda y soltó un tentador gemido,  provocando que el rostro se le calentara algo más y su mirada viese otro punto cualquiera que no fuera el rostro de su menor. A NamJoon su vergüenza no pudo parecerle mas adorable.

Buscando escucharlo nuevamente, una de sus manos se escabulló dentro de la camisa del de cabellos caramelo para jugar con los sensibles pezones erectos.
Dulces gemidos comenzaban a escucharse por toda la habitación y probablemente también fuera. No eran muy altos, pues los hacía mayormente para hacerle gozar a Nam. No le importaba en lo mas mínimo si alguien les llegaba a escuchar; HoSeok estaba tan sumido en su propio placer que afianzó el agarre de sus piernas, queriendo sentir mas de las embestidas superficiales, sin embargo el moreno no tenía los mismos planes.

Cambiaron de posición. Ahora el castaño estaba sobre el alto y sus caderas se movían necesitadamente.
 A pesar de todo, el rostro de NamJoon dejaba en claro qué quería realmente, por lo que comenzó un camino de besos lentos y marcas húmedas, descendiendo y retirando las prendas superiores de ambos. El tonificado torso del lacio estuvo disponible y dispuesto a los labios expertos de quien seguía bajando. Se detuvo recién cuando sus besos estaban ya en el abdomen bajo y él arrodillado en el suelo.

Hubieran seguido si aquella mirada frívola y penetrante no los hubiese seguido y analizando ya hace minutos desde la puerta.




Fruto prohibido (NS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora