Cuando nos conocimos, tú preguntaste el motivo por el qué no tenia pareja, y te dije, que se debía a que me gustaba mantener mi estabilidad, ¿recuerdas?. Te dije que no quería sentirme deprimida y que por eso lo evitaba. Era como un miedo personal.
Tú respondiste diciendome que, eso no sucedería si me arriesgaba a intentarlo a tu lado, y eso hice. Me arriesgué. Me arriesgué a amarte, me expuse frente a ti, a tu merced, y ¿para qué? Si fue en vano. Todo lo que nunca quisé que pasará nos sucedió. Perdí todo incluyendote a ti. Ya no tengo estabilidad, mi dignidad está por los suelos. Intentó recuperarme, pero me siento culpable por extrañarte, y estúpida por amarte, por qué sigues siendo lo que más quise, a pesar de tener suficientes motivos que me obligan a alejarme de ti.