Cartas de amor jamás leídas

Primer círculo

19 de septiembre de 1996
Amor del momento:
Estoy descubriendo algo: mi corazón no deja de latir al ver tu sonrisa lúcida cuando hablas con ella, a pesar de estar consiente de que es por ella. Mis pupilas me delatan al dilatarse con tu voz dulce, llena de gracia insípida, tono burlón e inpiracion racional.
Estas ahí, como el cuadro valuado en millones, sólo puedo observar, apreciar, analizar; pero jamás podré tenerte, presumirte en mi sala.
Debo decir que soy muy egoísta; si fuese por mi estarías aquí, sólo para mirarme a mi, y yo a ti, siendo nuestro pretexto mutuo. Sin escalas, sin horas, sin medidas, talvez sólo queriendonos.
Sin embargo, por lo que he observado, eres una evidente zorra, tu mejor pasatiempo es hablar, sonreír, jugar con las mujeres que crees bonitas. No eres mi tipo.
Uno no siempre hace lo que puede, por eso estoy aquí, queriendo y echándote de menos.

Una mujer aburrida