Sexto circulo

490 7 0
                                    

Basta de formalismos estúpidos. Puedo decir que ni siquiera sé el año en que escribo ésto; Sin embargo, algo que recuerdo bastante bien es tu olor, lo feliz que me hacía amarte así. Después de tanto no dejo de pensar en que debió haber terminado diferente.

Un café por la mañana para soportar lo largo que se me hace decirte adiós. Aun cuando fumo parece como si el humo formara tu preciosa silueta; y muchas veces trato de atraparla entre mis brazos, sin éxito alguno.  Me gusta dejar el espacio de la cama que todavía te pertenece, tú guardarropa sigue intacto; no me atrevo a siquiera mirar el hermoso vestido que llevabas puesto el día en que nos conocimos.¿Lo recuerdas?. ¡Estabas tan perfecta!

Tu mano entrelazada con la mía, tus suaves y tiernos labios, tu piel perfecta, ¡Tan viva!; Era un mar de rostros, es decir, todos estabán tratando de llegar a sus destinos, y ahí estabas, con un vestido azul, tacones y un recogido casual. Recuerdo haberme preguntado porque ibas tan arreglada; Al parecer tenías que verte con alguien importante. Me ofresí a llevarte, y como tenías prisa no te negaste, al parecer te inspire confianza.

Los días pasarón y al parecer había conocido a la mujer perfecta. Al principio pensé que alguien tan hermosa como tú tenía preferencía por un hombre... ¡Pero corrí con mucha suerte ese día!

No dejo de lamentarme por lo que pudó haber sido y no fue. Siento haber cometido tantas estupideces, Ahora soló anhelo volver a verte. Sé que no leerás ésta carta, los muertos ya no pueden leer. 

¡Hazme un espacio en tus brazos! Pronto nos volveremos a ver, mi amor.

Cartas de amor jamás leídasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora