Cómo entrenar a tu dragón: La historia jamás contada

Capítulo 1

Después de la vitoria por parte del pueblo de Berk, todos decidieron tomar un descanso y no pensar más en luchas o guerras, todos parecían estar muy tranquilos, pero no era así, chimuelo actuaba de manera muy extraña, se encontraba muy distraído y asustado.

Una noche despertó a Hipo un extraño ruido, al despertar se dio cuenta de que chimuelo no estaba; llamo desesperadamente a Astrid pidiendo su ayuda, volaron ambos montados sobre tormenta y al pasar sobre el bosque Hipo vio a chimuelo sentado en el lugar donde él lo había encontrado:

Hipo: Tormenta! Detente, ahí está!

Astrid: ¿Que estará haciendo aquí?

Hipo: No lo sé, vamos a ver.

Hipo se acercó a chimuelo, él se asustó al verlo ya que estaba muy concentrado viendo a una sola dirección, Hipo noto en chimuelo una mirada perdida y triste.

Hipo: ¿Qué pasa amigo?, vamos a casa.

Hipo monto a chimuelo y se fueron.

Astrid: ¿Por qué estará actuando de esa manera chimuelo?

Hipo: no sé qué es lo que tenga, pero cuando fui hacia el parecía perdido, ni cuenta se dio que yo estaba junto a él, tenía una mirada triste, lo note muy desanimado.

Astrid: es muy extraño, él nunca había actuado de esa manera, ¿Crees que sea por la muerte de tu padre? Tal vez y chimuelo piense que fue su culpa.

Hipo: tienes razón, pero ya hable con él y le deje en claro que en ese momento no era él mismo, era controlado por Drago mano dura.

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Astrid: si Hipo, pero él fue el que lo ataco, deberías estar más tiempo con chimuelo, todos sabemos que él jamás le hubiera hecho daño voluntariamente a Estoico, sin embargo él se sigue culpando de eso.

Hipo: está bien, hablare con él e intentare darle a entender que nada de lo que paso con mi padre fue su culpa.

Hipo fue a su casa para charlar con chimuelo y que ya no estuviera triste, pero al llegar, chimuelo se había escapado nuevamente, Hipo le dijo a Astrid y ellos, junto con los demás jinetes de dragones buscaron sin parar a chimuelo en toda la isla, pero por desgracia no lo encontraron en ningún lado.