XLVIII

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Eijiro.

⏪⏪⏪

-¡Le regalaron una Switch!.

Observé a mí hermano luego de cortar la llamada.

Tamaki sonrió.

-¿Sabes cuánto tiempo quería tener una?, De seguro que Midoriya está muy feliz.-dije mientras trataba de calmarme, estaba eufórico.

-El de verdad te importa, ¿No es así?.-dijo feliz.

Asentí fervientemente.

-Es de las mejores personas que he conocido después de ustedes, de verdad me hace feliz.-comenté, con aquellas cosquillas en mí estómago.

Mí hermano paró de cortar las verduras y me observó, acomodando su delantal.

-Oye, Eijiro... ¿Puedo preguntarte algo?.

-¿Hhm?.-asentí, esperando su pregunta.

Tamaki, con su mirada penetrante, hacia contacto visual ocasional conmigo.

-¿T... tu...?.

Tragó saliva.

-T... tu...

Mí hermano miró al suelo y se quedó callado unos momentos. Inhalando y exhalando, me miró y me sonrió.

-Lo siento, no es nada.-buscó el cuchillo y siguió en lo suyo.

Tamaki...

Cortando los vegetales como si nunca me hubiese querido decir nada.

A veces eres muy raro.

-Está bien...-susurré no muy convencido.

Caminé hacia mí habitación y recordando la conversación con Midoriya, me emocióné una vez más.

-Es cierto, debo preparar mí Switch para ir con él mañana.-comenté para mí.

Miré mí habitación.

Me gustaría tenerla tan ordenada como la de Midoriya.

Y podía, así que la ordené.

Encontré muchas cosas, entre ellas, los calcetines que perdí hace tres meses, solo que ahora olían peor.



-¡Midoriya!.-llamé a su puerta.

La mañana de mí día domingo no había sido de la más productiva, no me había levantando ni siquiera a desayunar por culpa del sueño que tenía por no haber dormido bien la noche anterior.

Aunque mí habitación había quedado tan vacía y bonita.

-¡Kirishima-kun!.-dijo el peliverde abriendo la puerta.

Su rostro tiene algo...

¡Ojeras!.

-¡Mi... Mi... Midoriya!, ¿¡Estás bien?!.-toqué su rostro, revisando si estaba enfermo.

Sus mejillas están calentitas...

El sonrió. Haciendo que mí estómago, mí pecho y yo nos pongamos felices.

-Estoy bien, ¿Por qué preguntas?.-dijo animado.

Sus ojos no se ven decaídos como aquella vez.

-Tienes unas grandes ojeras, creí que quizás estarías enfermo.-dije, aún algo preocupado.

Midoriya rió y tomó mis manos con las suyas, haciendo que mí corazón lata desenfrenado.

[CANCELADA] Melty kisses [Kirideku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora