Han pasado varios días desde que se informó al pueblo de la posible presencia de un "criminal" entre ellos, la policía no dado con su paradero, ni tampoco parece que tengan alguna pista.
Jessika sigue teniendo algunas sospechas sobre su compañero de trabajo, aunque al analizarlo parece que simplemente es así, un poco extraño, pero cree que no se debe confiar. Falta solo una semana para que se cumpla el contrato de arrendamiento de donde vive, y el casero le a estado preguntando si piensa renovarlo, y por difícil que parezca aún no sabe que hacer. Aunque al parecer hay un posible criminal en el pueblo, desde que se anuncio en las noticias, no a pasado nada extraño.
Cierto día, Jessika se siente un poco mal mientras está en la universidad, así que la envían a casa para que pueda descansar, el rector le pide a uno de sus compañeros que la lleve hasta su casa pero ella dice que puede ir sola, y aunque le insisten se va sin que nadie la acompañe.
Al llegar a casa nota algo un poco extraño, la puerta trasera parece abierta, y algunos residuos de comida que había dejado en el lavaplatos no están, al principio piensa que puede ser algún animal y que tal vez ella dejó la puerta abierta sin saberlo, pero recuerda algo que su vecino le había dicho hace algunos días, que había escuchado ruidos provenientes de su casa, y a lo que no dio mucha importancia pues su mamá algunas veces iba a su casa a ayudarle un poco.
Piensa que tal vez esté un poco tensa con el trabajo, el estudio y con lo que a estado pasando y que posiblemente no hay nada de que preocuparse.
Al atardecer, se empieza a arreglar para ir a su trabajo, llama a su mamá para decirle que a decidido irse a vivir con ellos, pero solo un par de meses, lo que le servirá para ahorrar algo de dinero, su madre se pone muy feliz y dice que le va a dar la buena noticia a su padre. Cuando ya se dispone a salir, oye unos ruidos extraños que parecen venir de la parte de atrás de la casa, allí hay una especie de habitación donde el dueño de la casa guarda algunas cosas, Jessika cree que alguien se a metido ahí, así que decide llamar a la policía, pero antes de que pueda tomar el teléfono, alguien se acerca por detrás, la toma con fuerza y le tapa la nariz con un trapo, y poco a poco va perdiendo el conocimiento.
