golpes, balazos y la lluvia potente hacía ensordecer los gritos desesperados de las personas que se cubrían debajo de los escasos muebles que decoraban aquel pasillo tenuemente iluminado por las luces de la calle nocturna y las linternas que eran utilizadas para encontrarlos.
poco a poco el lugar fue siendo vaciado con las promesas de los uniformados sobre sacarlos de aquel infierno.
el pequeño omega que había estado protegiendo a su mejor amiga desde que tuvo conocimiento en aquel sofocante infierno se alarmó cuando ambos fueron encontrados debajo de una mesa cubierta por un mantel y antes de poder decir algo una sonrisa amable acompañado de un "todo estará bien" les hizo salir del estrecho escondite.
dejó que su amiga fuera cubierta primero, saliendo él detrás de las dos personas que le acompañaban. sin embargo un frío que recorrió toda su médula le hizo detenerse en seco, sintiendo el filo de una navaja contra la fina piel de su cuello.
"ayúdame."
fue lo único que pudo pensar antes de que sus ojos se cerraran al quedar nublados.