𝐻𝑎𝑟𝑢𝑛𝑜 [ˢᵃˢᵒˢᵃᵏᵘ] CANCELADA

#3

Los rayos del sol entraban por la ventana y pegaban en el rostro de la pelirosa haciendola abrir lentamente sus ojos color jade. Al verse rodeada por muros no conocidos un miedo la invadió por completo, y este aumento cuando vio a un rubio de coleta alta recargado en la pared, tomando una ciesta.

Quería gritar pero no dejaría que el miedo la dominará. Con sumo cuidado se levantó de la cama en la que estaba, no veía por ningún lado sus zapatillas que se había puesto esa noche, sin embargo eso no le importo mucho al ver en la situación en la que se encontraba. Tomó la pequeña lámpara que estaba en el mueble de su lado por si el rubio despertará tendría con que defenderse.

Abrió la ventana del cuarto sin hacer ruido alguno para después esconderse debajo de la cama. Tenía el plan perfecto para escapar mientras no descubrieran que estaba allí escondida.

De repente el sonido de la puerta abriéndose se escucho al igual que el sonido de la caída de una persona al piso.

- S-Sasori no me despiertes así ¿Qué te pasa?

Hablo el rubio de coleta mientras se levantaba del piso.

- Mmm... ¿Donde esta?

- ¿Eh? ¿Quién?

- La chica... ¿A quién más te encargue que vigilaras?

Habló el pelirrojo con sarcasmo.

El rubio miró la cama y al percatarse de la ausencia de esa chica, su estómago de contrajo, no porque no había desayunado sino porque sabía lo que le esperaba si perdía a esa chica.

- E-eh... P-puedo explicarlo, estaba tomando una pequeña ciesta p-pero...¡La ventana!

Gritó el rubio, miéntras que aquel pelirrojo dejaba las compras que tenía en las manos en la mesita de noche y apresurado entró al baño buscando con la mirada a la pelirosa.

- No estaba así.

Mencionó el rubio y rápidamente se acercó a la ventana mirando abajo.

- Afuera, no debe de ir muy lejos.

Dijo el pelirrojo saliendo a toda prisa del cuarto con su compañero. Y sin perder el tiempo la de ojos jade salió de su escondite sonriendo con satisfacción por no ser descubierta.

- Que tontos

Dijo mientras localizó su bolso y dejaba la lámpara ya que no la nesecitaria más. Agarró su bolso y con prisa abrió la puerta antes de que sus secuestradores volvieran. Sin embargo se llevó un susto, dejando caer su bolso de mano, Cuando vio al oji miel parado en el marco de la puerta con una expresión seria como de costumbre en él.

- ¿Unos tontos eh?

Continuará...