#5

119 11 1
                                    

- ¡Están aquí! - Gritó el rubio entrando por la puerta de la habitación.

El chico pelirrojo se levantó algo tenso por ser encontrado tan cerca de la chica, pero tratando de ignorar eso le pregunto a su compañero que sudaba como si hubiese corrido un maratón.

- ¿De qué hablas? ¿Quién está aquí?

- Las pizzas. Me moría de hambre. - Habló el rubio alzando unas cajas de cartón con un estampado de alguna pizzeria.

El pelirojo relajo los músculos al oír la estupidez de su compañero, y con todas sus intenciones le dio un zape en la cabeza.

- ¡Hey! ¿Qué carajo Sasori? Encima de que traigo el desayuno.- Se quejó el rubio. Pero se paralizó al darse cuenta que había cometido un error al decir el nombre de su amigo.

-"Sasori".- Pensó la pelirosa. Tratando de repetir el nombre en su cabeza para no olvidarlo y poder denunciarlo al escapar de ahí.

El de coleta al darse cuenta de su error su rostro palidezio y sus ojos se abrieron como platos dirijiendo la mirada hacia el nombrado.

Quién estaba parado frente a la ventana abierta mirando algo fijamente sin escuchar lo que su compañero había dicho. Su mirada estaba puesta en un carro color negro, no parecía un modelo nuevo sin embargo estaba bien cuidado. Los cristales de éste estaban polarizados por lo que no se podia ver qué o quién se encontraba dentro.

El carro estaba siendo aparcado a unos metros de la entrada del hotel donde se encontraban. Por un momento penso en que estaba siendo paranoico, hace mucho tiempo que no tenía que hacer este tipo de trabajo.

Por otro lado el rubio de coleta se dio cuenta que algo andaba mal, al ver que Sasori ni si quiera se inmutó por su reproche. Y cuando estaba a punto de hablarle, el pelirrojo se dio media vuelta con una mirada severa.

- Ve por el carro y esperanos atrás del hotel.

Se dirigió a su compañero, que por unos segundos se quedó desconcertado por el repentino cambio que había demostrado Sasori. No obstante asintió y con paso rápido salió de aquella habitación.

Sasori había visto a dos hombres vestidos formalmente bajar del carro negro. Hombres de los cuales tenía que evitar a toda costa puesto que trabajaban para el enemigo. Llegó a identificarlos gracias a la placa que llevaba el vehículo. Una placa que solo ese clan (o lo que quedaba de el) usaría.

El joven pelirrojo tomó un bolso deportivo de lona y se lo colgó al cuello, no sin antes sacar una pistola pequeña de calibre 22 para después meterle el pequeño cargador.

- ¿Qué está pasando? ¿Me van a matar? - Hablo la chica desesperada por el miedo a lo que su instinto le decía.

Sasori la miró, se agachó de nuevo quedando a la altura de ella.

- ¿Creés que somos los malos del cuento? - dijo el pelirrojo sin contestar a la pregunta de la joven.

- Sí... Así parece. - le respondió la chica dudosa de su propia respuesta.

- Pues no lo somos. Y es mejor que te lo vayas metiendo en tu cabeza, Haruno Sakura. - dijo él.

- ¿C-cómo...? - Balbuceo la llamada Sakura en un intento de pregunta antes de ser interrumpida por el pelirrojo.

- Voy a sacarte de aquí pero no puedo drogarte. Lo hice anoche y si lo vuelvo a hacer habría consecuencias para tu salud. - Explicó Sasori. - Por consiguiente, no quiero que grites o hables en el trayecto de aquí al carro o acabaras como tus padres.

Esas palabras dejaron anonada a Sakura, no por el hecho de salir de ese lugar sino porque aquel pelirrojo tenia conocimiento de la muerte de sus padres y sabía su nombre y su verdadero apellido. Estaba tan concentrada en sus pensamientos que ni si quiera se dio cuenta cuando el pelirrojo la cargo en sus brazos.

- ¿Entendiste, Haruno? - Preguntó Sasori.

- Si. - Contestó ella.

- Bien. Entonces sujetate de mi cuello y no hables. - Dijo Sasori enfatizando la última palabra. Ella obedeció y rodeo el cuello de él pelirrojo con sus brazos; que temblaban sutilmente. - No te sueltes.

El pelirrojo guardo su arma en la cintura de su pantalón, salió de la habitación número 32 y la cerró con llave. Camino por el pasillo con el objetivo de llegar a la puerta de las escaleras. Tenía que bajar hasta el sótano del hotel ya que allí se encontraba la única salida que daba directamente hacia la parte de atrás del hotel.

Unos metros antes de llegar a la puerta de las escaleras escucho el sonido de llegada del elevador, rápidamente paro su andar y se pego a la pared del pasillo para no ser visto fácilmente y poder ver quien salía de el.

Vio salir a una señora mayor de los 60 y por suerte se dirija al otro lado del pasillo así que no lo vio. Transcurrieron los segundos y no vio a nadie más salir de aquel aparato. Estaba apuntó de irse cuando vio a uno de esos hombres de saco elegante salir de allí.

Con sumo cuidado y sin tratar de hacer el mínimo ruido sacó su arma con la intención de dispararle, sin embargo oyó el ruido del seguro de un arma siendo quitado.

- Sueltala. - Habló una voz grave detrás de él.














Continuara.
























𝐻𝑎𝑟𝑢𝑛𝑜 [ˢᵃˢᵒˢᵃᵏᵘ] CANCELADAWhere stories live. Discover now