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Tres, cinco y diez segundos pasaron hasta que la pelirosa salió de su trance para por fin decir unas palabras.

- ¿Cómo... Cómo estabas tan seguro que lo haría? ¿Cómo? Pude no hacerlo y entonces..

- Entonces estarías muerta -terminó Sasori el comentario de aquella chica-.

Ella quito su cara del pecho de Sasori para mirarlo, lo contrario que hacía él quien solo tenía la vista enfrente en espera a que las puertas del elevador se abrieran.

- No ha respondido a mi pregunta -replicó Sakura-.

Él chico sólo se limitó a soltar un bufido. Abrumado de esperar para llegar a la planta más baja del edificio.

- No lo sabía -dijo por fin el pelirrojo haciendo que la chica lo mirara con más atención-. Pero estaba seguro que tenias miedo. Miedo de esos hombres, y cuando una persona quiere salvar su vida pero es víctima del miedo, solo puede ocurrir dos cosas: Lástima o es lastimado.

Sakura no dijo nada. Pensó, esas palabras tenían mucha razón. Ella estaba aterrada cuando vio a los dos hombres apuntar a Sasori, no sabía si eran buenod o malos pero sin duda no quería ir con ellos, podría que en vez de ayudarla le hicieran algo mucho peor.

- Además pesas mucho y nesecitaba bajarte para poder descansar mis brazos -comentó el pelirrojo, algo que hizo que Sakura se pusiera roja por el enojo y vergüenza-.

-Si es así entonces bajame -la pelirosa lo miró con enojo esperando que él le hiciera caso y la bajara-.

- Estas loca si piensas que correré el riesgo a que huyas, además me sirve como un buen ejercicio para brazos.

Sakura no quiso golpearlo en ese momento, le había llamado loca y pesada. Él era el loco que la había secuestrado y matado a dos hombres, no, loco se quedaba muy corto, enfermo, esa era palabra adecuada que lo describía.

Se solto del cuello de él pelirrojo y de un saltito bajo al piso justo cuando las puertas del elevador abrieron.

Sasori reacciono rápido y la tomó de la muñeca antes de que pudiera dar un paso. Ella lo miró con el ceño fruncido.

- Estas loco si piensas que voy a correr el riesgo de que me dispares por tratar de escapar. -dijo Sakura. El chico pelirrojo vaciló y sin soltar su mueca salió del elevador antes de que sus puertas se cerrarán haciendo que la chica aselerara su paso para poder ir al ritmo de él-.

-¡Ey! Más despacio -grito Sakura-.

- Querías bajarte pues ahora caminas - Una sonrisa ladina se formó en el rostro de él-.

- Eres un...

Un disparo retumbó en los oídos de los dos sin dejar terminar a Sakura de hablar. Sasori detuvo su andar a unos metros de la salida del estacionamiento pues ese disparo provenía del lugar donde había quedado con su compañero verse.

Volvió a caminar sin soltar a la chica pero está vez hacia un carro que se encontraba cerca para así agacharse por si alguien entraba por la puerta trasera del estacionamiento.

Sacó un teléfono de tapita y tecleo el número de su amigo pero nunca contestó.

- Mierda... -susurró Sasori-.

La pelirosa por otro lado se había dado cuenta de lo que pasaba, haciendo que el miedo de unos minutos volviera para atormentarla.

Sasori la miró. Él sabía una gran parte sobre la historia de esa pequeña mujer que tenía a su lado. No solo por haberla estado siguiendo durante dos meses enteros sino también por ese momento en su infancia donde conoció a los padres de ella y la vio por primera vez con dos años.

Tenía un trabajo; mantenerla a salvo y lo pensaba cumplir.

- Quedate detrás de mí en todo el camino, no digas ni una palabra -le advirtió el Akasuna mirando directamente a los ojos de Sakura, recibiendo un acentimiento de cabeza por parte ella-.

La tomó de la muñeca con fuerza pero sin lastimarla y los dos se dirigieron hacia la puerta trasera para salir del estacionamiento. Al estar más cerca se podía escuchar los gemidos de dolor de alguien.

Sasori dejó su preocupación de lado, tenía una idea de lo que podía estar pasando afuera.

- Quiero que subas al coche, te pongas el cinturo de seguridad -ordenó el pelirrojo sin voltear a verla, ella aprovecho esto y le sacó la lengua arremedando las palabras de Sasori-.

El chico oji miel abrió la puerta con una patada, Sakura trago grueso al ver la fuerza de este. Al abrirse por completo, Sasori presenció como uno de los hombres que bajo del coche negro era pateado por su compañero de coleta.

- Y si me vuelves a confundir con una mujer te castro -dijo el rubio al pobre hombre tirado en el piso dando una última patada en las partes íntimas de su victimas-.

Sasori camino hacia el carro que estaba detrás de Deidara ignorando lo que hacía su amigo para llevar a la chica que tenía los ojos abiertos al ver tal escena.

- Ya no hay respeto en este mundo -comentó Deidara acomodándose su la coleta de cabello-. El muy desgraciado me llamó mamacita, Sasori. ¡Mamacita!

Comentaba el rubio a el pelirrojo mientras subía al carro.

Sasori abrió una de las puertas traseras  del coche a Sakura quien subió enseguida haciendo lo que le había dicho el oji miel hace un rato.

- Y encima me disparó cuando supo que era himbre ¡Me disparó! -seguía el rubio réplicando indignado-.

Cuando el pelirrojo terminó de subir su bolso de lona en la cajuela subió en el asiento copiloto colocando se sus sus gafas de sol y una peluca de color negro.

- Siempre pasa lo mismo, no soy mujer, no parezco mujer ¿o tú crees que me veo como una mujer? - preguntó ansioso Deidara a Sakura-.

Sakura no sabía que decir por la pregunta de la nada hacía ella.

- U-una mujer linda -respondió ella-.

Al ver el rojo rostro de Deidara se arrepintió internamente, estaba a punto de disculparse cuando una risa se oyó. El Akasuna estaba riendo. El rubio lo miró sorprendido, hace mucho que no lo oía reírse así.

- ¡Sasori, no eres un viejo amargado!-le dijo su compañero por lo que el pelirrojo le respondió con una mirada asesina quitando su pequeña sonrisa por una expresión sombria-.

Una pequeña risa por parte de la chica de atrás se escuchó.

- Tsk...Callense y largemonos.

El rubio se puso su peluca. Sacó la cabeza por la ventana para verificar que el hombre seguía ahí. Como lo supuso, estaba desmayado en el piso.

Encendió el auto, arrancó y se fueron por la calle principal enfrente del hotel. Unos minutos después el pelirrojo recibió una llamada.

- Kakuzu -dijo Sasori a su compañero antes de contestar el celular de tapita-. ¿Qué pasa? -preguntó pero no pudo oír nada ya que Deidara había frenado de golpe para no estrellarse con el carro frente ellos-. ¿Estás bien? -se dirigió a la pelirosa mirandola por el espejo retrovisor-.

- ¿Qué mierda le pasa a este? -El rubio enojado sacó la cabeza por la ventanilla y antes de que pudiera maldecir al conductor de enfrente miró a los carros de policía a unos metros de ellos frente a un banco-.

- ¿Hola? ¿Kakuzu? Carajo...se colgo -expresó el ojo miel algo frustrado-. ¿Qué está pasando? -El Akasuna levantó la vista para así lograr ver la causa del tráfico; Cuatro carros de policía y sus dueños estaban rodeando un banco-.

Continuara

Mejor tarde que nunca :D

Dos lindos comentarios y votos en el anterio capítulo me han animado para seguirle poniendo empeño a esta historia. ¡Gracias!
🧚‍♀️












𝐻𝑎𝑟𝑢𝑛𝑜 [ˢᵃˢᵒˢᵃᵏᵘ] CANCELADAWhere stories live. Discover now