Júpiter está muerto. Iason asciende a la divinidad ... y él se lleva a Riki con él.
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Esta es una traduccion, no me pertenece la historia, esta es de Yuri_the_eighth_Demoness, que muy amablemente me permitió traducirla, la historia...
Cuando su Executive Aircar aterrizó, los droides en espera aseguraron inmediatamente el perímetro, Iason en su traje azul la propia imagen de la Aristocracia Tanaguran, quien luego asistió a su curioso príncipe encapuchado, Riki se hallaba escondido bajo la larga capa que el Blondie le había hecho usar.
"No entiendo por qué tengo que entrar así", preguntó la mascota, sabiendo que las élites de Eos deben haberle visto ya innumerables veces. Desde entonces, no ha sido uno de los más odiados ya que se ha mantenido distante y apartado por su propia decisión.
"Bueno, ¿no vas a hacer un "Coming Out of sorts" en la subasta de mascotas? No quiero estropear eso", lo que también significaba que el rubio quería mostrarlo allí... por eso se había tomado todas las molestias.
Riki sólo podía gruñir, después de haber tenido siempre un mal presentimiento con estos apodados Coming Outs, recordando el trauma de su segundo regreso, en el que había sido humillado y luego ensartado vivo por la dura polla del Blondie después de todas las desgraciadas festividades que había hecho. "Imbécil".
Iason se rió. "No será como lo recuerdas", le aseguró. "Te lo prometo, mi amor."
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Así que la reunión no fue realmente una que él apreciara, sino que fue inexorable, siendo Raoul el único otro hombre además de Katze -naturalmente- al que Iason confió su vida y, ahora, la de su mascota. Sin embargo, Riki aún lo miraba con tanta sospecha, aunque eso era de esperar, cuando apareció el Blondie, la puerta del laboratorio se abrió deslizándose y cerrándose automáticamente con paso elegante el blondie se dirigió donde el Exclusivo estaba esperando desnudo de la cintura para arriba.
Había una espesa sensación de desconfianza en el aire, lo suficientemente palpable como para que uno pueda cortarla con una navaja, ya que Riki no sintió nada más que repugnancia, la idea de estar en el mismo espacio que el otro, no es exactamente la predilección del mestizo, por razones obvias....
No me hagas empezar, pensó la mascota mientras los ojos azules del otro le escudriñaban.
No le gustaba Raoul. No le gustaban los otros rubios. Como si Iason no hubiera sido suficiente, convirtieron su vida en Eos, de una manera u otra, en un gran infierno de dificultad, superstición y duda.
El bioquímico podría contar con los dedos de sus manos las veces que ha tenido un encuentro directo con la mascota, algunas sin tener ninguna conversación real, otras, como después del incidente con Mimea y después del despertar de Riki cuando el otro lo golpeó y peleó, sólo marcado por un conflicto definido, la causa tal vez tenga que ver con él, el pensamiento de la oposición obvia a la existencia de Riki al principio, aunque ahora mismo se puede decir que es el mayor apoyo de su Neu-Júpiter.
"Pet."
"Raoul."
El Blondie siempre había tenido el privilegio de ver de primera mano el desarrollo de la mascota, aunque la mayor parte del tiempo detrás de una pantalla de monitoreo, la evolución de ser el simple perro callejero que era, a ser el Exclusivo que es ahora. Riki siempre había sido un choque en el Sistema, el Aquiles que derribó incluso el pilar de Tanagura y desafió como un estigma la norma, una presencia malvada del tipo que podía romper el molde estereotipado con la misma facilidad con la que podía hacer uno de los suyos. Al igual que Iason, corrió a su manera, y gracias a él, Iason rompió todas las reglas. Pero también fue gracias a él que su amigo pudo regresar.
