22 De Julio 2018

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La cena había acabado, subí a cepillarme los dientes, me dolía el estómago de tanto haberme reído con las chiquillas, cuando termine de lavarme los dientes me fui a la pieza y saque mi colchón de la cama y lo puse en el suelo.

Me acosté con la esperanza de dormir, pero no lograba conciliar el sueño, estaba muy inquieta, necesitaba sacar esa energía de alguna forma, miraba a mí alrededor y no encontraba la manera de hacerlo, todas mis compañeras de pieza estaban dormidas y yo era la única que estaba dando jugo.

Tome mi celular y me puse a escribir, no les voy a mentir pero hice como tres o cuatro poemas dedicados a él, dedicados a su sonrisa, a sus ojos tan profundos como quizá era su corazón, a su cuerpo, tenía ganas de conocerlo más, de saber quién era, que le gustaba, quería saber que había atrás de él, quería saber que había atrás de su ropa, de su alma.

Estaba escribiendo un quinto poema cuando de pronto me llego una solicitud de amistad en Facebook, abrí la aplicación y fue tal mi sorpresa que solo la acepte, nunca me imaginé lo que esto traería consigo. Enseguida pensé en hablarle, pero no, estaba muy vulnerable y sabía que en ese estado era capaz de decirle todo y mucho más.

Por fin había logrado quedarme dormida, no llevaba ni dos horas durmiendo cuando la Andrea empezó a hablarnos para despertar, me pare de golpe confundida con los ruidos, aun no lograba asimilar que era la Andrea gritando como sargento para que despertáramos.

Cuando por fin asimile que era hora de despertar, me pare de golpe, tome mi ropa y me dirigí al baño, no había agua caliente así que me toco bañarme con agua fría y quien sabe cuántos grados Celsius había afuera, pero imagínese que si adentro de la pieza estaba demasiado helado, no quería imaginar como estaría afuera.

Me vestí de inmediato y me fui a lavar los dientes, después volví al dormitorio a ordenar mis cosas, tenía todo por todos lados, ordene un poco mientras las demás aún no se levantaban, desarme mi cama, tenía todo llegar e irse.

Baje a tomar desayuno y me di cuenta que algunos andaban vueltos locos, gritos iban y venían, algo se había perdido, debía ser algo importante para tener movilizada a tanta gente.

-Cami, ¿viste los huevos?

-No, pero te ayudo a buscarlos.

-wena, me respondió la Coni.

Parecíamos locos buscando una bandeja de huevos, aves buscando alimento, personas buscando paz, corazones buscando amor.

Habían pasado como veinte minutos y la bandeja con huevos aún no aparecía, ya nos habíamos resignado a que deberíamos tomar desayuno con mermelada y mantequilla.
Fuimos a la cocina y empezamos a servirnos el desayuno, los gritos iban y venían, nadie quería que el campamento acabará, nadie quería volver a su rutina, todos queríamos seguir bailando, cantando y conociéndonos, en exclusiva yo que ya tenía un propósito por el cual quedarme.
Cuando terminamos de tomar desayuno subí mis cosas y dejé todo listo para el momento de irnos, después me fui a sentar a la salita que estaba en la salida, estaba pensando en su bella sonrisa y en sus ojitos tan profundos, recuerdo que en ese momento solo quería que esos ojitos me miraran a mi el resto de mi vida, no entendia como en tan poco tiempo, en menos de un día yo ya estaba enamorada y digo enamorada con toda seguridad.
Empecé a mirar como toda la gente se dejaba recuerdos en sus cuadernos, como se juraban amistad eterna, como se sacaban fotos y disfrutaban de su compañía, mientras yo, estaba sola como siempre.
Me puse triste, me había prometido hablar con más gente y formar más amistades pero tenía una actitud weona que ni a mi me caía bien, tome mi celular con la esperanza de que los memes me ayudarán a sonreír un poco, pero no, ya había logrado apagarme y ni ganas tenía de ir a misa.
Me estaba parando cuando alguien que venía entrando me toma del brazo y me dice:

-Holi, ¿para donde ibas?

No había necesidad de voltear a mirar para saber que era el, su voz era única y sus manos también.

-A la pieza, estoy un poco incomoda acá. Respondí.

-¿Porque? ¿Que pasó?

-Es que ver como todos se llevan bien con todos y yo estoy acá sola, me pone un poco triste.

-Pero no estas sola, ahora estas conmigo.

Gire para mirarlo a la cara y fue ahí cuando me di cuenta de que si creía en el amor a primera vista.

-Bueno, pero te digo altiro que así no soy buena compañía para nadie.

-Naaah, no creo. Oye Conie pasame tu ukelele.

-¿Sabes tocar? Le pregunté asombrada.

-La verdad es que no, solo le pongo pasión ajajjaja.

-Quiero escuchar esa pasión jajaja.

Se puso a tocar el ukelele haciendo caras mientras yo aprovechaba de grabarlo, había logrado alegrar mi día, pero aún estaba bajoneada porque sabía que después de las dos de la tarde no lo volvería a ver más.
Nos tratamos de sacar una foto juntos pero mi vergüenza fue mas grande que mis ganas de sacarme la foto así que solo hice un boomerang a la rápida, estábamos conversando y riendo cuando la Andrea dijo:

-Chiquillos, su atención por favor, prepárense que en 20 minutos más nos vamos a la iglesia.

Todos empezaron a cantar, lamento boliviano era lo que mas sonaba esa mañana, todo el mundo aplaudiendo y celebrando el éxito del campamento, mientras yo, seguía perdida en sus ojos.

Paso el rato y fuimos a misa, me senté atrás porque soy de esas personas que va a misa pero no sabe hacer nada, solo rezar.

Cuando termino la ceremonia fuimos todos a la plaza para hacer dinámicas, y para despedirnos.
Es muy poco probable que yo siga una dinámica así que me senté atrás a ver como todos se reían y jugaban, yo estaba feliz de verlos felices.

-¿Y tu, no haces esas cosas? Me pregunto Jorge.

-Naaah, no me gustan jajaja.

-Jajaja que eres fome.

-Tomaré ese como un cumplido.

El Jorge  andaba con una cámara y me empezó a sacar fotos, y yo odio eso porque siempre salgo mal en las fotos desprevenidas, así que prácticamente lo obligue a que borrará las fotos donde saliera yo y empecé a cobrar venganza, le saqué como 30 fotos y debo admitir que salió bien en todas. Entre todas esas fotos salio nuestra primera foto juntos.

-Tienes que mandarme esas fotos después. Me dijo.

-Pero obvio que si, es mas te las mando altiro.

Me metí a messenger y le mande las fotos.
Seguimos conversando y jugando hasta que llego la hora de volver al internado a buscar las cosas para irse.
Me despedí de mis amigos y obvio me despedí de él.

-Chao, cuidate.
Fue la despedida más vaga y estúpida de mi vida, chii ciiditi, no podía ser algo más inteligente como: Chao, fue un gusto conocerte y espero que nos podamos seguir conociendo, no pero yo la linda le dije, Chao cuidate y le hice con la mano, ay Dios llevame contigo, pensé.

-Tu igual cuidate. Me respondió mientras se iba a su auto.

Al subir al bus nos dimos cuenta de que la bandeja de huevos que buscábamos tanto nunca estuvo en el internado, todos muertos de la risa porque los huevos pasaron tres días en el bus y al final los repartieron entre los que íbamos en el bus.

Me fui sola durante el camino a casa, música fuerte para apagar a la gente, estaba feliz pero también estaba triste y también estaba asombrada y aun no creía que un hombre se acercara a mí para sacarme conversación.

Cuando llegue a mi casa, me duche  y me acosté a dormir, había dormido como cinco horas en esos tres días.
Al despertar vi que tenía un mensaje de él.

-Shaaaa sacate una fotito.

-Jajajaj te dije que iba a cobrar venganza.

Pero la venganza era doble porque el empezo a mandarme fotos que tenia de mi cuando yo estaba desprevenida, que cosa mas vergonzosa era ver mis fotos y no poder agarrarlo a wates por esas fotos con una calidad de mierda, bueno que mas pedimos si la modelo, o sea yo, era un desastre.

Mientras te olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora