Comenzamos
El ejército o mejor dicho el pequeño batallón imperial fue transportado rápidamente por un helicóptero Hércules a través de las naciones elementales, mostrando que no necesitaban cruzar en ningún momento las fronteras para hacer daño a Konoha, la gran altitud a la que el aparato estaba volando hacia evidente el hecho de que podrían hacer lo que quisieran para aplastar a sus enemigos y sin recibir represalias armadas , he de agregar.
De ahí el horror que se manifestaba en la mente de muchos de los combatientes al ver descender en el claro cerca de la puerta Sur oeste al vehículo y casi al instante ver a sus pasajeros.
Y al ver quiénes bajaban, la sangre a abandonó a la mayoría de quienes habían leído ese libro en particular.
-¡Mierda!- maldijo en voz alta Jiraiya al ver bajar a todos los ocupantes del helicóptero.
Vieron bajar primero a Mihawk y a Escanor, segundos después Tony Stark junto a Bruce Wayne que estaba usando un traje más pesado de los que el Caballero de la noche solía usar.
La belleza de la princesa de Temiscira no evitó que muchos tembraran al recordar que era capaz de hacer, y claro que todos recordaban que era capaz de hacer Shanks que apareció muy contento mientras charlaban con Kuroko, Ayeka y con Yaiba, dejando claro que los cuatro líderes de los clanes fundadores habían venido a pelear, en un amargo giro del destino, para hacer que la aldea arda hasta sus cimientos.
Y muchos en cierto modo ya no quisieron ver, cuando bajaron los demás líderes fundadores de la Liga y de los Avengers, los Shichibukai, Espada o los Siete pecados capitales. No tenía caso, solo con uno de esos grupos, a casi nadie le quedaba duda de que la victoria estaría del lado de quienes los tuvieran en sus filas y aquí estaban todos los grupos élite del Imperio, con la "idea" de aplastarlos a todos solo porque podían.
Los últimos en bajar del vehículo, fueron los miembros de la familia imperial, vistiendo sin excepción alguna, ropa de combate, ya que como lo dijo Tayuya, esto era algo en lo que todos debían de tomar parte, de ahí que Karin abandonará su elegante vestido sastre para usar su kimono de batalla, al igual que Tayuya que dejó ese kimono que casi le obligaba a usar Tier, para llevar ahora puesta su armadura de batalla, al igual que Naruto y Tier que usaban su ropa de combate, el conjunto ANBU de Naruto lo hacía lucir imponente, al igual que las ropas de Tier, pese a todo el escote y pierna que mostraban.
Entonces, para conmoción de muchos, El Cap salió con una bandera tres cuartos Blanca y un cuarto azul cobalto, la cual significaba en las naciones elementales, que el general a cargo deseaba una audiencia con el general enemigo.
Por lo que de manera muy ufana, Homura, Koharu, Minato, Jiraiya y Kushina junto a un contingente ANBU salieron a ver qué deseaba el Uzumaki.
-Asi que viniste a entregar a tus soldados élite y a rendirte- observó altivo el Rokudaime.
-La bandera no es totalmente blanca- observó el Uzumaki- vine para hacer algo en contra de mis principios y acorde a ellos de forma contradictoria, normalmente lo que haría sería atacarlos sin mayor trámite, dado lo acontecido. Sin embargo, tengo la costumbre heredada de uno de mis mejores amigos, de dar la oportunidad de capitular a mi enemigo. Así que está es tu última oportunidad Homura Mitokado, la rendición de Konoha o su destrucción.
-No nos rendiremos nunca- fue muy terco el Rokudaime- la voluntad de Fuego prevalecerá en Konoha.
-Bien, entonces espero que puedas vivir con tu decisión- comentó Naruto mientras comenzaba a alejarse- pero te prometo algo, hoy en la noche, no quedará piedra alguna de Konoha como para reconocer su ubicación.
