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Las horas se me estaban pasando demasiado lentas y lo único que quería era que Yoandri llamara a la puerta para tener nuestra cita.
Estaba escuchando música de 5 Seconds Of Summer con mis auriculares y a la vez veía algo de Instagram, subí algunas historias y también vi las de mis celebridades favoritas.

Jamás he sabido cómo es posible que yo tenga esa cantidad de seguidores en mis redes, aunque bueno, no hace falta ser tan inteligente para darse cuenta que solo me siguen por qué soy una fuente cercana a CNCO. Hay personas que dicen que me siguen gracias a ellos, pero que han llegado a quererme por ser yo misma, no solo por CNCO.
Y no, no me aprovecho de los chicos para crear fama. Solo soy una chica como cualquiera, no soy modelo, no soy cantante, no soy nada para que miles de cuentas me sigan, pero yo no los obligo a que lo hagan.
Como ya lo había dicho, estoy harta de que mucha gente me tire hate solo por estar cerca de los chicos, ellos mismos me han dicho que yo no debería preocuparme por eso pero a veces es imposible no preocuparte por lo que te hace daño.

Vi la hora en mi móvil, el cual marcaba las 2:56pm, ¡en cuatro minutos tendré una cita!

Me levanté del sofá de mi habitación y me fijé por última vez en el espejo. Todo estaba bien.
Tomé mi pequeño bolso preparado solo con cosas necesarias: un labial, chicles de menta, y un rollo de papel de baño a casi nada de acabarse.

Bajé hasta la sala, Christopher y Zabdiel jugaban una partida en su consola de videojuegos, Joel estaba hablando por su celular, Erick estaba tirado en la alfombra viendo la partida de Chris y Zab, y Richard estaba en el comedor jugando con Yovanna. Ya saben, juegos de novios, por ejemplo; picarse las costillas.

—Hey, casi son las tres de la tarde — hablé llegando a la sala y me senté a un lado de Joel.

—Ah si, seguro no tarda en llegar tu novio — contestó Erick.

—Callate, no somos novios — él aún estaba tirado en la alfombra, así que le di una pequeña patada en las costillas.

—Ambos quieren que sea así — contestó Zabdiel viendo hacia la pantalla. Yo solo reí.

—Está bien Gabo, despideme de mamá  — habló Joel al teléfono. Se frotó los ojos como si estuviera muy cansado.

Después colgó.

— ¿All good? — pregunté.

Comencé a hacer piojito en su cabello.

—Sí, mi hermano quería que le compara un nuevo control para su Xbox, se le descompuso uno — contestó.

—Al nene le encantan los videojuegos igual que a mí, él si sabe — habló Christopher con la vista en la pantalla. Todos reímos.

—No seas wey. — habló Joel y volvimos a reír.

Unos minutos después, el timbre de la casa sonó.
Mi corazón comenzó a latir demasiado fuerte, sabía que era Yoandri y los nervios ya se estaban apoderando de mi. ¿Por qué me comporto así? Es como si fuera una niña de 15 años a punto de tener su primera cita.
Zabdiel pausó el juego y todos nos pusimos de pie para recibir a Yoandri. Joel abrió la puerta.

Del otro lado estaba él, llevaba una sudadera blanca, jeans y una gorra. Estaba sonriendo, y se veía perfectamente bien.

—Bonita y gordita — susurró Zabdiel a mi lado.

Richard se acercó al grupo mientras que de reojo observé a Yovanna pasar por detrás de la sala para subir por las escaleras.

—Hi, bro. How are you?.

—Hi, really happy.

Se escuchó a los chicos saludarse, después se dejaron ver acercándose a la sala.

—Hola, hola — me acerqué a él para así poder saludarlo con un beso en la mejilla. Esuché a Christopher y Richard reírse.

—Hola, Yoyo — saludaron.

—Hola a todos — sonrió levantando su mano. Erick me dió un pequeño empujón, que fue demasiado obvio, provocando que chocara mi hombro contra el pecho de Yoandri. Lo miré con una mirada amenazante.

—Bueno, creo que se les hace tarde para su cita, así qué...  Ustedes saben — Richard pasó por un lado de Zabdiel y Christopher para poder acercarse a Yoandri y a mi, con una mano en la espalda de él y con la otra en la mía comenzó a empujarnos lentamente hacia la puerta.

—Hey, hey — Joel nos detuvo levantando su mano — Cero, pero cero alcohol.

—No más de las 11:30pm — Erick levantó su muñeca para señalar su reloj imaginario.

—Ustedes no son mis papás — reí.

Aunque ¿a quien no le gustaría que Joel y Erick fueran sus padres?

—Bueno, largo — habló Zabdiel.

Yoandri y yo cerramos la puerta detrás de nosotros.

—Bueno ...¿Debo decir que te ves muy linda? — preguntó.

—¿Debo decir que te ves muy lindo?

—Tal vez.

—Pues opino lo mismo.

—Luces linda, Nina.

—Luces lindo, Yoyo.

Fuimos y somos como hermanos (CNCO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora