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Draco no podía negarse a sí mismo lo bien que le caían los gemelos Weasley. Eso sí, jamás lo admitiría en voz alta.

Los admiraba por ser tan creativos y graciosos con sus bromas, y aunque él era, en ocasiones, víctima de ellas, no podía enojarse por mucho tiempo pues bien sabía que él no era el único conejillo de indias en Hogwarts para los pelirrojos. Muchas veces llegó a preguntarse cómo es que esos dos no acabaron en Ravenclaw, pero reflexionando un poco, sería muy extraño no ver a todas las comadrejas juntas en Gryffindor.

Ahora los veía pregonar su nuevo sistema de apuestas sobre quién sería el ganador y quién el perdedor en la primera prueba del Torneo. Aún faltaba mucho, pero los gemelos argumentaban que era tiempo suficiente para pensar en el monto de la apuesta y en los candidatos a esta.

Draco sonrió disimuladamente. Por cómo se veían, ellos mismos eran capaces de seguir con las apuestas sin importar si su hermano menor, por alguna casualidad, hubiese sido elegido, en lugar de Potter.

Ahora bien, dejando de lado ese vergonzoso lapsus mental... No podía decir lo mismo de la Weasley menor y la Comadreja. A ellos simplemente los odiaba.

La Weasley era una tonta si creía que medio colegio no sabía que ella babeaba por Potter. Y que ella babeara por su Potter, era una afrenta directa.

No por ser engreído ni nada de eso, pero hasta él podía ver que Potter merecía alguien mejor que una pequeña comadrejilla pecosa e insulsa... Alguien como él, estaría bien, muchas gracias.

Por otro lado, estaba la Comadreja.

Draco con sólo pensar en él, tenía que suspirar de exasperación.

¡Ronald Weasley era un estúpido en toda regla!

Dejando aparte el hecho de que el pelirrojo pudo gozar desde el primer día de la amistad de Potter, y Draco no. De que ese estúpido podía disfrutar su tiempo estando junto a Potter, y Draco no. De que ellos habían compartido todas esas aventuras en los años anteriores... ¡y no con Draco!

Mejor tomaba aire, no quería alterarse por culpa de ese pobretón.

Ah sí, a lo que iba.

¡Weasley ahora no le hablaba a Potter! ¡Jaj!

A Draco lo único que le importaba era el estado anímico del Cara Rajada. Sin necesidad de Legeremancia, él podía ver que Potter estaba sumamente frustrado porque su mejor amigo lo consideraba un traidor.

Nuevamente, Weasley demostraba que era un idiota sin remedio.

Pero, como buen Slytherin, Draco sabía sacar provecho para sí mismo de todas las situaciones. ¡Ahora veía su oportunidad para acercarse a Potter! Claro que aún quedaba Granger, ella era muy inteligente para creer cosas absurdas y al mismo tiempo para no ver malas intenciones en Draco cuando empezara con su plan. Y obviamente, Draco no las tenía.

Bah... Igual a él no le importaba, al que quería conquistar era a Potter. Ella podía meterse en sus propios asuntos, ya que estamos.

Con una diversión casi malsana, podía ver cómo Granger se debatía con quien andar. Si con Potter o con Weasley. Claro está, San Potter parecía decirle que a él no le importaba, que no quería que Granger y Weasley discutieran por su culpa, blah blah blah.

Es que a Draco le daban ganas de comérselo a besos. Muchas veces había criticado su posición de mártir, pero ahora hasta sentía pena por él.

¡Por Merlín, ahora Draco parecía un Hufflepuff!

Mejor dejaba los sentimentalismos para más tarde, cuando ya los necesitara.

De regreso a su sala común, se encontró con Pansy y Theo, quienes estaban haciendo el ensayo de Encantamientos. La pelinegra al notar su presencia, hizo gala de su distinguida cualidad para disimular, y disparó:

—Draco, ¿qué has visto? ¿Cómo va todo con Po... con nuestro objeto de investigación?

Draco, haciendo uso de todo su autocontrol y sus bien aprendidas reacciones faciales, respondió tranquilamente:

—Voy muy bien, cariño. No te preocupes. Sé buena chica y sigue con tus tareas.

Pansy, recuperándose de su metida de pata, asintió y siguió en lo suyo antes de enviarle una mirada entre ofendida y avergonzada. Pero Theo parecía estar muy interesado en Draco.

Antes de que Nott soltara algún comentario sarcástico e irritante, Draco decidió retirarse a su habitación. En ese día no tenían más clases, así que decidió acicalarse a conciencia para ir a cenar al Gran Comedor en la noche, donde podría seguir espiando a Potter.

Ah... Potter.

Harry.

Draco sólo esperaba que todo funcionara. Nunca había querido algo tanto, como una relación con Harry.

Si su padre se diera cuenta de los deseos de su primogénito, seguramente Draco no viviría para contarlo. 






¡Hola!

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¡Hola!

Quiero contarles lo feliz que me siento.

Lissa (aka Cinnamon) ha accedido a que yo traduzca su hermoso fic "Beautiful World".

¿Lo conocen? Es uno de los mejores Fanfics Drarry. Es de los clásicos ❤ 😱

Es un fic muy bueno, de verdad. Sería grandioso que le dieran una oportunidad.
 

No siendo más, me despido hasta una nueva oportunidad.

Gracias por sus votos y su tiempo.

Namárië
Jenn.

Draco's Plan [ Drarry ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora