1

72 4 0
                                    


Es la segunda vez que nos mudamos de ciudad en menos de un año, mi hermano Marco y yo sufrimos las consecuencias de la monotonía que asedia a nuestro padre desde que mi madre murió, mi padre no ha podido llevar su vida como lo solía hacer, sin embargo ninguno de los tres lo hacemos.

Por empezar mi padre se ha vuelto una especie de adicto al trabajo y pasa la menor parte del tiempo en casa, cualquier excusa es buena cuando eso hace que deje de ver a su rota familia, sin embargo siempre es muy agradable con nosotros.

Por otro lado esta Marco el parece ser el mejor lo lleva, se suele adaptar rápidamente a los lugares que vamos y por su carácter extrovertido hace amigos fácilmente. Sin embargo aun puedes ver cierta tristeza en sus ojos si le miras con atención.

Y por ultimo yo, helena; desde su ausencia me volví recurrente a las cosas que primero te hacen sentir bien pero, luego te pueden hacer sentir una mierda.

El viernes por la mañana llegamos a nuestra nueva casa, pasamos gran parte del día desempacando y aun así no terminamos. Creo que es lo más cercano a un día completamente en familia desde hace meses.

La noche cae y con ello aparecen mis ganas de conocer la ciudad, tomo mi teléfono y busco pubs que estén en la zona.

Luego de eso me dirijo a mi habitación para buscar el atuendo adecuado para la ocasión, me termino decidiendo por un body negro con encaje y transparencias con unos pitillos negros que imitan el cuero y unos botines con tacón. Salgo de la casa, mi padre no me intercepta ya que se está durmiendo pero tampoco es que le importe mucho lo que haga.

En lugar se encontraba tocando una banda de rock alternativo, varias personas moviéndose al compas de sus canciones rodeando el pequeño escenario.

Me acerco a la barra que está siendo atendida por un muchacho con cabello negro lleva una camisa blanca que permite ver su cuerpo atlético, no parece demasiado mayor que yo.

Me siento en la barra mientras le veo preparar cocteles le sonrío intentando ser coqueta y por un momento deja su mirada puesta en mí y me toma el pedido.

-Tu gintonic, guapa. Dice mientras me acerca la copa

-Gracias. Sonrío el está a punto de decir algo pero unos muchachos cuya presencia no había notado hasta ahora lo interrumpen. Uno es pelirrojo y lleva una chaqueta de cuero el otro es un peliblanco con un estilo un tanto peculiar, como de la época victoriana.

-Dos mojitos-. Clama el pelirrojo

-¿Sus identificaciones? Pregunta de manera fría el barman.

-¿Es una broma? a ella siquiera se la pidió, no las traemos con nosotros.

-¿Ninguno de los dos? Pues ninguno de los dos tendrá bebidas.

Me entrometo en su conversación diciendo

-Oh vamos, no me digas que eres un aguafiestas, solo se quieren divertir, como todos aquí. Su mirada fría pasa del pelirrojo a mí aunque no dice nada. – Tú también podrías terminar por divertirte hoy.

Intentamos convencerle por un momento más y termino cediendo, en cuento les entrega sus mojitos me levanto de la barra.

-Se dice gracias- mientras miro al pelirrojo.

-Gracias – Responde el peliblanco.

Camino hacia una de las columnas donde por fin comienzo a tomar mí trago. Al cabo de unos cinco minutos los mismos dos chicos de antes y se sientan en uno de los sillones que estaban a mi lado.

-Puedes unirte a nosotros si gustas, veo que estás sola.- dijo el de pintas victorianas

-Estoy bien respondí pero recordando que no conozco a nadie aquí intente ser un poco mas social. – ¿Como es tu nombre? Pregunte.

-Lysandro-

-¿y Tu? Interrogue al pelirrojo.

-Castiel- respondió de manera seca no parece haberle gustado la invitación de su amigo

Conversamos durante unos momentos más de cosas bastantes superficiales, note que había un chico mirándome desde lejos y era hora de ponerme en juego.

-Os dejo, tengan buena noche-

Fui al otro extremo de la barra y comencé a mover al compas de la música lo cual pareció funcionar porque un momento después tenia a al muchacho que me miraba a lo lejos bailándome a mi espalda, comenzó a besar mi cuello me giro hacia él.

-¿Cómo te llamas?

-Helena ¿Y tú? Pregunto aunque no me interesa en lo más mínimo.

-Rod.

Me acerco a su boca y se queda esperando el beso pero en vez de eso me acerco a su oído

-Baño. Tomo su mano y lo guio mientras intento encontrar los lavados. Cinco minutos después me encontraba con las piernas enrolladas en el intentando sostener la puerta del cubículo que se hallaba rota mientras que su polla entraba y salía de mi.

Luego de terminar me pongo mi pitillos rápidamente y cuando salgo me encuentro con castiel que se quedo quieto por un momento viendo que estaba en el baño de tíos pero luego se abrió la puerta donde se encontraba Rod y se entendió la situación. Salí del baño dispuesta a irme y en la puerta de salida se encontraba lysandro.

-¿Ya te vas? Es temprano ¿Noche aburrida?

-Podría decirte lo mismo-

-Pues si lo es-

-Helena- alguien me toma del brazo, es el chico que me acabo de tirar

-¿Qué quieres?- me mira en silencio

el pelirrojo y se suma en la salida a lysandro.

-Vámonos juntos-

-No, tod- Respondí de manera brusca

-Es rod- me corrigió.

-Da igual- Comencé a caminar dejando a esas personas atrás, por suerte tod no insistió. 

Debilidad y amor- CDM-CastielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora