2

47 3 0
                                    

Lunes por la mañana el solo hecho de pensar que tengo que ir al instituto me quita las ganas de todo, por suerte ya no queda menos de medio año para que termine. Aunque bueno termina el instituto y ahí es cuando realmente se pone difícil o al menos eso dicen de la universidad. Llego al instituto sin dificultad pero ahora mismo me está costando encontrar la sala de delegados se debió notar porque una chica me pregunta

-¿Estas perdida?-

-Si ¿Sabes dónde está la sala de delegados? Debo terminar de matricularme

-Es la primera puerta a la derecha, pregunta por nathaniel el podrá ayudar.

-Gracias respondo y comienzo caminar me giro y pregunto a la chica, por cierto ¿Cómo te llamas?

-¿Sucrette y tú?

-Helena- le hago un gesto con la cabeza y me dirijo a la sala de delegados.

Al entrar me encuentro con un chico rubio de ojos miel y una chica de cabello castaño y ojos azules conversando.

-¿Necesitas ayuda? Pregunto el rubio

-Necesito terminar de matricularme, me dijeron que preguntara por Nathaniel?

-Sí, soy yo, debes de ser Helena. Busco entre unos papeles – Ten completa esto y necesito una foto carnet-.

Tome el papel para rellenarlo la pelicastaña me miraba con mala cara desde que entre hasta que termino por decirme.

-No creo que tu atuendo sea apropiado-

Desconcertada respondi –Pero mi vestido es incluso un poco más largo que la medida obligatoria.- No me respondió y comenzó a hacer otra cosa, por mi lado termine de rellenar los formularios y se los entregue a Nathaniel

-Déjame ver en qué área estas

-Humanidades, mi madre solía decir que debía estudiar un campo en donde los robots no puedan remplazarme – Sonreí ante el comentario sin sentido que acaba de lanzar el de igual forma sonrió y me entrego mis horarios, la castaña me miro aun peor, vamos sé que es un comentario que no viene a nada pero tampoco para que me mire así.

Mi primera clase es historia, la clase ya empezó por lo que entro y el profesor me presenta ante la clase, cosa que no me gusta y que he tenido que vivir bastante por mis repentinos cambios de instituto.

Voy a tomar asiento al único vacío que hay pero antes mi mirada se cruza con castiel, aquel pelirrojo que conocí en mi última ida a un pub, me conoció de la peor manera. Mierda digo para mis adentros, ya sé como esto sí es un idiota ira por ahí contando lo que vio y pronto tendré a un montón de gente juzgándome. Realmente espero que no sea el caso.

Me siento y le hago un pequeño gesto con la mano para saludar al notar su mirada puesta en mí. Si tengo suerte tal vez ni me reconozca.

Debilidad y amor- CDM-CastielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora