El Ogro y la Doncella (PrusiaXLectora)

¡Hola! Como prometí, aquí está el primer one-shot que me pidieron, un Prusia x Lectora basado en la canción de Vocaloid "El Ogro y la Doncella" Disculpad el retraso (Como simepre ^^U) Y espero os guste!

Disclaimer: Ni Hetalia ni sus personajes me pertenecen, la canción "El Ogro y la Doncella"  tampoco me pertenece.

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En una aldea situada cerca de un bosque, una joven chica ciega caminaba por los alrededores, guiándose por su capacidad de recordar un camino por los olores, Los sonidos,por como se siente tocar los troncos de los árboles mientras caminas, la verdad es que esta chica de muy rechazada de donde viene, por su ceguera y por su costumbre a pasear sola por el bosque, negándose a aceptar algún tipo de compañia cada vez que se le ofrecía, terminaron por aceptarlo, esa chica sería siempre asi y no quedaba otra que dejarla en su soledad, no era culpa de ellos que hubiera quedado ciega, y por tanto no seria su responsabilidad si un día se perdía y nunca regresaba. Ese día ella había ido a por unas flores al bosque, no había nada como reconocer flores por su aroma, dejando totalmente de lado su forma o color, combinándolas por el agrado de su presencia mas que por su agrado a la vista, un hermoso pasatiempo. Se adentró observando con las manos los troncos de los arboles, usándolos como un mapa para ubicarse en el espacio tan amplio que era el bosque, olisqueando el aire de cuando en cuando, se agachó a recoger algo, una pequeña flor azul que carecía de la magnificencia demás rosas o los claveles, pero les superaba aroma y dulzor, se levanta de nuevo y comienza a caminar, pero a los pocos pasos tropieza con un tronco seco, cae sin poder evitarlo por un par de metros, lo que supone una torcedura en el tobillo y una que otra herida.

-Ay, madre...-decía tomándose el tobillo  y tocándolo con desagrado, olía la sangre y podía sentirla.-Alguien... Debo encontrar a alguien que me ayude...

Caminó un rato sin estar muy segura a donde iba, quizá se estaba adentrando mas en el bosque o quizá estaba saliendo del mismo hacia su aldea, su hogar y la seguridad, no lo sabia,pero no tardaría mucho en descubrirlo. Al pisar el suelo y no sentir césped o tierra bajo sus pies, siguió caminando, pensando que había llegado a su aldea para curarse, sin embargo, ella sigue en el bosque, solo que no lo sabe, ella ha encontrado una casa de madera en medio del bosque y esa cabaña está habitada.

-¡Por favor abrirme! ¡Necesito que me prestéis una venda! ¡Os lo pido por favor!-gritaba golpeando la puerta, no podía pensar con claridad en ese momento, así que siguió gritando un rato.

Luego de que estaba a punto de darse por vencida, por la puerta apareció un joven de cabellos blancos y ojos color rojo, él es el demonio que habita en esta casa a mitad del bosque, no me malentiendan, el no es un demonio malvado, de hecho es bastante bondadoso,pero la gente suele temer a lo desconocido.

-¡Wow! ¡Tranquilízate, chica!-le ayudó a entrar en la casa y la sentó en el primer banquillo que encontró- ¡Oye, West! ¡Tráeme agua y vendas, rápido!

La voz del joven era desconocida para la chica, así que se alarmó un poco al encontrarse indefensa frente a un desconocido, pero no dijo nada, la prioridad era curarse. El demonio estaba extrañado de ver a una humana vagando por ahí, pero supuso que debía ser una emergencia porque traía vendados los ojos y el.pie le sangraba abundantemente, recordaba un par de cosas sobre los humanos ,pero no tenia la menor idea de por qué le habrían cubierto los ojos,cuando parecía poder orientarse bien en el espacio. Un muchacho fuerte y alto, de cabello rubio y un ojo azul oscuro y el otro celeste claro, entró con una jarra de agua y algunas vendas.