Final.
Harry Styles se removió sumamente incómodo en la cama. Incorporarse le hacía bien, pues le echaba la pereza que calaba profundo hasta sus huesos. Apoyó las manos en su cama, sus dedos deslizándose por las sábanas pulcras y níveas, presionando los labios. Para él, habían desventajas de levantarse, como por ejemplo: Recordar a Giselle. Echó la cabeza hacia atrás, tronando cada parte blanda para poder abrir los ojos sin dificultades. Pensó que quizá sus padres se encontraban desayunando, pero que no se escucharan los sonidos de las vajillas impactando dócilmente contra otras le llevó a la negación sobre aquello. Se levantó, quitando las mantas de su cuerpo y plantándose frente al espejo, observando sus rasgos heridos y las bolsas bajo sus ojos. Jamás en su vida imaginó que una joven carecía de la capacidad para abandonar aquellas sensaciones devastadoras en su interior. Sin embargo, allí estaba, alisando sus pantalones y abrazándose a sí mismo por el céfiro glacial que recorría con fortaleza su habitación. Se evaluó determinadamente, porrogando por que el calor arreglara la nubosidad que cubría a su espejo; No iba a suceder de todas formas, el frío envolvía el lugar de sobremanera. A pesar de que él necesitaba algún objeto cálido, era consciente de que no lo quería así. Él anhelaba las extremidades de Giselle enrollando su anatomía y desamparando besos húmedos en sus mejillas o en su piel.
Harry expulsó un sollozo, obstruyendo su boca para no permitir a la rebeldía seguir demostrando vulnerabilidad. Rememoró lo maravillosa persona que Giselle era y lagrimeó sin ser sensato. Calculó con un nudo en su garganta-tapiando la saliva y ofreciendo la impresión de que estaba en llamas por el acaloramiento vehemente que se instalaba en ésta-, que cualquier cantía de abundantes muchachos corrían detrás de Giselle y ella probablemente no sufría como él. Harry caviló que ella se concedía una oportunidad para conocer a jóvenes, y aquellos raciocinios no pudieron doler más.
Resopló frustradamente, percibiendo el llanto penoso acercándose a él como un jugador en una maratón, apostando a ser el primero. Pasó las manos por su cabello y empujó con violencia los mechones de pelo que revestían a su rostro. Se encaminó al baño con los pelos de la nuca completamente de punta, deshaciéndose de su vestimenta y entrando a la ducha para alejar la tristeza de él. Sus brazos se flexionaron en la bañera, aseándose de sus formas más calmadas posibles. Ignoró las reflexiones acerca de su ruptura con Giselle en el baño, apretando sus ojos y enjabonándose mientras observaba por debajo de sus párpados. Una vez que hubo terminado con sus acciones lentas y torpes, se desplazó por el piso congelado de su habitación. Sus pies descalzos tocaron ligeramente la parte baja, con miedo a tener cantidades desmesuradas de estremecimientos absurdos en su espina dorsal.
Harry se comportaba de una forma impertérrito, pero él realmente sentía como en lo hondo, su tortura y su calvario colisionaban, aumentando el dolor masivo. A veces, solía sentirse un romántico enamorado de una persona impávida, casi sin sentimientos, pero se arrepentía enseguida para que la molestia no le carcomiera. Giselle apareció y desapareció de su cabeza. Extrañamente, las alucinaciones dejaron sus ojos cristalizados.
El joven se vistió, protegiéndose del frío con un abrigo que aflojaba picazones en su anatomía que era recubierta por éste. Se encaminó firmemente fuera de su habitación, encontrándose con un marco de alguno de sus familiares fuera, tapando su clara pared. Bajó con premura por las escaleras, sosteniéndose del pasamanos y moviéndose ágilmente por los peldaños. Una vez que sus calzados pisaron el suelo, se dirigió hacia la puerta, refugiando sus manos en su abrigo para ir en dirección a su desdeñoso y poco profesional trabajo.
Cuando Harry llegó a su trabajo, el cual producía luces que centelleaban por la parte de afuera, se impresionó por lo cambiado que se hallaba. Su jefe, quien era despectivo en demasía, le había mencionado que antes del fin de semana provocarían una alteración al restaurante de comida rápida. Harry apresuró su paso por los pasillos hasta aparecer en la sala para los trabajadores, despojándose de su abrigo y equiparse con aquel uniforme eventual del lugar. Se acomodó las tiras de la camisa color blanco y la gorra azul en una posición preferible para empezar con su labor.
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whatsapp {harry styles}
Fanfiction❝¿Piensas que soy un mentiroso, bebé? ❞ ❝Pienso que eres un viejo adicto al porno y a hacerse pajas.❞ Copyright © All Rights Reserved trailer en multimedia. completada.