Recibió muy temprano la llamada de esa mujer, su madre Kisa Fushimi; no sabía con exactitud si era por esa llamada o porque él quería estar ahí que sus pies lo habían llevado al lugar en el que se encontraba en ese momento.
Observo detenidamente la lápida que se encontraba enfrente de él, en ella estaba grabado el nombre de Niki Fushimi así como el año en el que nació y en el que murió, ya habían pasado algunos años desde lo sucedido y aun no podía asimilarlo, Niki fue un mal padre y hasta el presente seguía atormentándolo con sus recuerdos.
Finas lágrimas comenzaron a salir de sus orbes azules volviéndolos opacos, sintió a alguien presionar su mano.
-Saru - lo llamó .
-Misaki, papá murió, mi..saki yo no quiero ser como él. -abrazó al pequeño pelirrojo.
-No lo serás saru - correspondió el abrazo -no lo serás. -susurro.
No lo odiaba ni le guardaba rencor por lo sucedido en el pasado pero tampoco lo quería, al fin y al cabo era su padre.
"La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado."
-Gabriel García Márquez