XXXIV

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Y ahí estaba el mexicano, sentado en los lugares de los jueces

No se sentía bien el juzgar la belleza de las chicas pero era parte del trabajo, eso le pasa por no leer atentamente las peticiones. Se recordaba a cada rato que solo era trabajo

Después a cada una les diría que lo hicieron muy bien y que todas son muy bonitas. Un aroma dulce inundó sus fosas nasales, volteo a dónde provenía el olor y a su lado había una chica peliblanca comiendo un pastel de chocolate, ella noto que la miraba y dejo de comer

Con la mirada le pregunto que si quería y el nego. Se trago lo que le quedaba en la boca y se limpio los labios, luego le sonrió

-Rogers, un gusto-

-TN Torres, igualmente-

-Oh oh, eres un modelo ¿No? Te ví en un blog-

-Si ¿Y tú...?-

-Soy una inversionista... Bueno, el intento de uno-

-¿En serio? Te ves muy joven-

-¿Cuántos años crees tú qué tengo?-

-Unos diez y seis, diez y siete-

-Tengo diez y seis-

Se quedó asombrado ¿Apenas diez y seis y ya es inversionista? El mundo está muy loco estos días

Comenzaron a platicar, el apellido Rogers se le hacía conocido pero no sabía de dónde, lo pensaba y lo pensaba hasta que recordó

Escrito por S. Rogers

-Oye ¿Puedo preguntarte algo?-

-No voy a responder cosas muy personales-

-Obvio no... Em, de casualidad eres ¿La escritora de moldeando mis deseos? Ah, ¿Sabes que? Olvídalo, pueden haber mu..!-

La chica se puso pálida, rápidamente le tapo la boca y lo vio amenazante

-¿Quien te lo dijo? Se supone que no deberías de saberlo Habla-

Aún tapaba su boca, el latinoamericano miro su mano y después a ella dándole a entender que no podía si todavía le tapaba la boca y confirmando le lo ya dicho

-¡No no! Es solo que el apellido te delató... Y también el como reaccionaste-

-Joder, no le digas a nadie por favor, odio los eventos y multitudes de gente-

-¿Que haces aquí entonces?-

-Tuve un problema con la editorial de París y como ando metida en esas cosas de la caridad me contactaron aprovechando que andaba acá-

-Si pasa- en eso su estamago rugió- ah, hace como tres horas que no como

-He visto una mesa con bocadillos ¿Vamos?-

-Las damas primero-

Ambos se levantaron y sin que los viera comenzaron con su pequeña misión

...

Las chicas corrían de un lado a otro por los vestuarios, el grupo de amigos estaba tras bambalinas y no sabían cómo llamar su atención hasta que una idea algo arriesgada se le vino a Nino. Se le quedó viendo a una peluca rubia y luego observó a su amigo

nuevo objetivo (chat noir x M! Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora