XLVIII

4.7K 388 159
                                    

Estaba durmiendo tan cómodamente en aquella cama, las cobijas cálidas estaban sobre su piel desnuda y la saliva caía de sus labios desde hace horas

Su cabello revuelto y leves ronquidos hacían entender que estaba teniendo un descanso increíble, uno que pasa cada diez años a lo largo de tu vida y no se puede volver a igualar a otro que hayas tenido. El sol se asomaba levemente por las cortinas claras pero opacas que tenía en su habitación y todo estaba yendo de maravilla, hasta que un leve olor a quemado lo alarmó

Rápidamente se levantó y se puso un pans que tenía por ahí, más dormido que despierto corrió hasta la cocina y vio al rubio ahí con la sartén en mano incendiado se sin saber que hacer

-¡TN!, Aaahhh, lo siento, lo siento- se disculpó viendo como el chico rápidamente abría la llave del agua y ponía el sartén en el lavaplatos a nada de derretirse- Repondre tu sartén

El azabache solo suspiro y se recargo en la pared, luego se dejó caer al suelo gruñendo ante la atenta mirada arrepentida de su novio. Extendió sus brazos en señal de que el chico se acercase, al hacerlo, solo lo abrazo y recargo su menton en su hombro

-En serio, lamento lo de la sartén-

-Buenos días- le susurro al oído con voz ronca

Los bellos de sus brazos se erizaron y solo pudo sonreír nervioso, tomo el dorso de su mano y la beso

-Buenos días-

-¿Que haces aquí tan temprano?-

-Son las diez, amor-

-¿Ah?, No, son como las ocho-

El rubio le mostró el teléfono y en efecto, eran las diez de la mañana. Suspiro y se acomodó mejor en su novio, sentía los latidos calmados del chico en su espalda y el calor que le transmitía le hacía pensar si no tenía frío estar sin camisa

-¿Por qué no fuiste a la escuela?-

-Habia un viaje escolar y mi papá no me dejó ir, ya sabes, sobreprotector. Al menos me dió el día libre-

-Es bueno, supongo-

-¿Y tú por qué no fuiste a trabajar?-

-Dia libre-

-¿Estás disponible entonces?-

-¿No quieres mejor dormir?-

Recostó al rubio en el suelo y se puso encima de el con una sonrisa coqueta, su cabello despeinado y leves ojeras le daban un toque sexi que al chico le gustaba

-Tus intenciones son completamente opuestas a dormir- respondió divertido, se inclinó un poco y le beso los labios lentamente- te apesta la boca

-Ah, gracias por matar el momento-

Se levantó del suelo junto con el rubio y se estiró, luego se sacudió el cabello y finalmente se sirvió un vaso de agua. Bebió de este y beso los labios del rubio nuevamente

-Seguimos aquí, par de hormonales- dijo Lee en su forma humana junto con Plagg en el marco de la puerta- consigan un motel

-Exclamo el hormonal que tiene sexo veinticuatro siete-

-Te falta energía para durar lo mismo que yo-

-¿Ajá?, Hombre, yo hago temblar las piernas de mi novio-

-Y yo hago que mi esposo grite mi nombre-

Plagg y Adrien estaban rojos hasta las orejas, sin duda aquel par era algo destructivo pero nada que no pudiese arreglarse con comida o simplemente un refresco frío

nuevo objetivo (chat noir x M! Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora