Capitulo 8 •Joseph.

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Lo que estaba dentro mío impidiéndome dormir, en lugar de irse pareció encenderse aun mas, cerré mis ojos y creí que me derretiría ahí mismo cuando me habló en el oído.

- ¿No puedes dormir? –la voz de Joe y su respiración chocando en mi piel me hicieron temblar.

- No ¿tampoco tu? –susurre aun con mis ojos cerrados y puse mis manos sobre las de el.

- Se me ocurren cosas mas interesantes para hacer que dormir –susurró y apreté sus manos para no desvanecerme entre sus brazos.

Podría jurar que sonrío al notar como me ponía, sus fuertes brazos me envolvieron y pude sentir como humedecía el lóbulo de mi oreja con sus labios, lo mordió con suavidad y nuevamente mi cuerpo tembló.

- Joe... espera –susurre tratando de entrar en razón, el me giro sin soltarme y quedamos de frente, sus ojos me miraban con deseo y yo pude descubrir que el solo lleva puestos unos boxers negros.

- ¿Qué sucede? –susurró, sus labios rozaron los míos al hablar,  si en algún momento había pensado en detener esto y volver a la habitación ya lo había olvidado.

Cerré mis ojos y sus labios capturaron los míos sin esperar un segundo mas, subí mis brazos para rodear su cuello y enterrar mis dedos en su oscuro cabello desordenado. Besaba maravillosamente, podía sentir la barba de unos pocos días de su rostro raspar mi piel y eso me fascinaba. Sus manos bajaron por mi cadera hasta tocar mis piernas desnudas y tuve que morder su labio inferior para mostrarle lo que provocaba al tocar mi piel. Las agarro con fuerza y las levanto sentándome en la mesada de la cocina, y todo eso lo hizo sin separarse de mis labios, se acomodo entre mis piernas para volver a pegar nuestros cuerpos y sus manos subieron acariciándolas hasta llegar a mi cintura, claramente mi remera ya se encontraba arrugada en ese mismo lugar, solté un pequeño gemido sobre sus labios al sentir sus manos acariciando la piel de mi espalda y mi abdomen. Se separó de mis labios un segundo y estaba lista para quejarme cuando sentí su lengua humedeciendo mi cuello con pequeños besos, volví a soltar un gemido pero esta vez lo hice muy cerca de su oído, creó que eso lo encendió aun mas porque de repente mi remera se encontraba en el piso.

Entonces todo se salió de control, si es que podía estar mas fuera de control aún.

Nuestros cuerpos solo cubiertos por la ropa interior se juntaron y nuevamente nos fundimos en un apasionado beso, creí quemarme viva cuando sentí su ardiente y sudada piel en contacto con la mía. El efecto del alcohol ya había desaparecido, y estaba muy consiente de lo que estaba sucediendo, pero era imposible detenerlo, me gustaba y mi entrepierna completamente húmeda era la prueba de ello.

Las manos de Joseph subieron por mi espalda y desabrocharon mi sostén sin ninguna dificultad, se separo de mis labios y abrí mis ojos para ver cual era el motivo por el que me hacía sufrir así, pude ver sus labios completamente hinchados y enrojecidos, quería devorarlos otra vez, pero luego entendí que dejo de besarme para observar mis pechos desnudos ahora que había desaparecido mi sostén de la escena. Mordió su hinchado labio inferior, entonces tome sus manos y las puse en mis pechos, sentí la parte mas sensible de ellos endurecerse, al mismo tiempo que sentí algo duro rozar mi entrepierna, mi cuerpo se estremeció y comprendí que Joseph estaba igual de excitado que yo.

Sus manos apretaron mis pechos con suavidad y tome su rostro entre mis manos para volver a besarlo desesperadamente, nuestras lenguas se rozaban con velocidad y eso me volvía loca. Baje mis manos acariciando sus grandes brazos y luego las pase por su espalda para pegarlo mas a mi, si es que se podía, soltó mis pechos y sentí como ahora chocaban con su pecho. Sus manos bajaron hasta mi cadera y tomo el elástico de la única prenda que quedaba en mi cuerpo, enrede mis piernas alrededor de su cadera y lo presioné contra mi haciéndole saber cuanto deseaba lo que estaba a punto de suceder y sentí un gemido salir de su boca y chocar en mis labios. Un segundo después deje de sentir el frío mármol de la mesada en mi trasero, y fue reemplazado por las manos grandes de Joe, camino hasta el living conmigo en sus brazos mientras dejaba pequeños besos en mis hombros desnudos, yo decidí hacer lo mismo pero en su cuello. Se sentó en el sofá, acomodándome sobre el dejando mis piernas a los costados de su cuerpo. Nos quedamos mirándonos unos segundos mientras tratábamos de recuperar el aliento.

- Alcánzame mi pantalón –susurro sobre mis labios. Lo mire confundida, ¿acaso iba a terminar con esto ahora? –hazlo _____... -volvió a susurrar y beso mis labios.

Me levante y tome el pantalón que estaba en el otro sillón, cuando volteé a verlo estaba sacándose el bóxer, quedando completamente desnudo, mis ojos se dirigieron con velocidad hacia abajo e inmediatamente mordí mi labio deseando sentirlo dentro mío. Escuche como reía bajito, orgulloso de mi reacción seguramente, le pase el pantalón y saco del bolsillo un pequeño sobre plateado, lo abrió con sus dientes y saco el preservativo para hacerlo rodar por su miembro hasta envolverlo completamente.

- Ven aquí... -tomo mi mano y me acerco a el, seguía sentado en el mismo lugar, y su rostro estaba a la altura de mi ombligo.

Llevo sus manos a mi cadera y comenzó a bajar la ultima prenda que quedaba en mi cuerpo, mientras lo hacia acariciaba mis piernas con sus dedos, y dejaba húmedos besos en mi bajo vientre, tire mi cabeza hacia atrás mordiendo mi lengua para no hacer ningún tipo de ruido, se sentía increíble, nunca había estado tan excitada en mi vida, nunca había estado con un hombre que no fuera mi pareja oficial, esto era lo mas excitante que había hecho y me encantaba.

Se recostó sobre el respaldo del sillón y me miro esperando a que me acomodara sobre el, sin esperar mas me arrodille con mis piernas a cada lado de su cuerpo y apoye mis manos en sus hombros, el tomo mi cintura con una mano y con la otra acomodo su miembro en mi entrepierna, deseaba tenerlo dentro mío pero antes de hacerlo sentí sus dedos acariciando mi clítoris con suavidad, ya había comprobado lo mojada que estaba, iba a soltar un gemido porque ya no aguantaba mas, pero capturó mis labios rápidamente al mismo tiempo que empujo mi cintura hacia abajo llenado mi cuerpo con el suyo.

Quería gritar de placer, fue la sensación mas placentera que había tenido con alguien, comencé a moverme despacio de arriba hacia abajo mientras sus brazos envolvían mi cuerpo, soltó mi boca y comenzó dejar besos por mi cuello, después mi pechos, hasta que capturo entre sus labios la parte mas sensible de uno de ellos. Nuevamente quise gritar pero mordí mi lengua para no hacerlo, enrede mis dedos en su cabello mientras el continuaba jugando con mis pechos, y acariciando el resto de mi cuerpo con sus grandes manos. Entonces sentí como comenzaba a temblar por dentro y mis movimientos sobre el se hicieron mas rápidos y fuertes, ahora sus manos estaban en mis glúteos presionándolos para ayudarme, y su boca estaba de nuevo besando la mía.

- Quiero que te corras ahora ____ -susurro entre besos y como si hubiera cumplido su orden en ese mismo momento explote y llegue al mejor orgasmo que había tenido.

Esta vez no pude evitarlo y solté un fuerte gemido que el trato de silenciar besándome nuevamente, un segundo después sentí como se corría el también dentro del preservativo.

- Joe... -susurré como pude, mientras trataba de recobrar el aliento, estaba completamente agotada y el me había acomodado en su pecho, aun estando dentro mío.

- Dime preciosa...-murmuró mientras acariciaba mi espalda de arriba hacía abajo.

- Este fue el mejor sexo de mi vida –admití levantando mi mirada, me encontré con su mandíbula perfectamente marcada y le di un pequeño mordisco.

Lo escuche reír luego de mi confección.

- Y esta fue solo la primera vez -respondió seguro. 


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Perdón por no subirlo ayer, no tuve tiempo. 

Pero creo que la espera lo valió, este Joseph es  puro fuego ¿no? Me encanta. 


KV.

Tres Hermanos.   [Jonas Brothers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora