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Dallon seguía buscando entre sus cajones, hasta que encontró aquella carpeta con las letras de sus canciones. Él conocía el orden, pues era uno muy específico, y una vez que se encontró con la canción correcta, cayó en cuenta de que no estaba en su lugar.

Si no puedo tenerte entonces nadie puede. Sonó en su cabeza. Era esa misma canción.

Maldición, esa persona había entrado a su habitación.

LE TT E R  S [Brallon-ish]Where stories live. Discover now