—¡Les juro que mi hijo no es el culpable!—Gritaba Leann, mientras veía a los policías empujar a su hijo a la patrulla, le sorprendía ver cómo Dallon estaba tan tranquilo.
Pero es que no era culpable, no tenía razón para estar tan nervioso, todo saldría bien. Le sonrió a su madre una última vez antes de que cerraran la puerta, mientras seguía repitiéndose que debía estar tranquilo.
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LE TT E R S [Brallon-ish]
Hayran KurguLas cartas de un admirador secreto eran un lindo detalle. Eso se suponía.