Endeudado: Cuarta Deuda//MYG Y TÚ// +18 [TERMINADA T5]

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Cut se aclaró la garganta. —Ahora que estamos todos aquí, puede empezar, Marshall. —Su mirada se fijó en el desconocido más viejo—. Aprecio que haya venido después de las horas de trabajo, pero este asunto tiene que ser tratado con rapidez. 

Bonnie se reclinó en su silla, con una leve sonrisa en los labios.  

Cada vez que miraba a la vieja bruja, me daba la sensación de que era la entrometida en todo esto. Era la razón de que Cut fuera de la forma en que era. Era la razón por la que Jasmine era discapacitada y Yoongi y Tae estaban muertos. Supuse que también era la razón por la que Yoongi nunca mencionó a su madre.  

Había estado en su vida durante meses, sin embargo, nadie había dicho una cosa sobre la señora de Cut Min.  

A menos que fuera una concepción milagrosa y Cut tallara a sus hijos de sus huesos como algún malvado brujo, tenía que haber existido y permanecido el tiempo suficiente para dar a Cut cuatro bebés.  

¿Dónde está ahora?  

Imágenes de Yoongi y Tae reencontrándose con su madre en el cielo me dieron la sensación tanto de desesperación como comodidad.  

Si ella está incluso muerta.

Podría estar atrapada en la casa, en un piso que no conocía, en una habitación oculta a la vista. Podría estar viva y no saber que su marido mató a dos de sus hijos. 

Dios, qué trágica…  

El extraño tosió, robando mi atención. —Gracias, Bryan. — Meticulosamente, alineó una pluma estilográfica díscola al lado de su tostado libro mayor antes de mirar a sus compañeros—. Voy a empezar, señores.  

Sus ojos grises se clavaron en mí, fijándome en mi silla. —Debe ser la señorita Weaver. No hemos tenido el placer de conocernos hasta ahora. 

Mi espalda se tensó.  

Cualquier hombre que había estudiado la ley y permitido a los Mins seguir saliéndose con lo que hacían no era alguien con quien quería hablar.  

Jimin me dio un codazo. —Da la bienvenida, _____.  

Apreté los labios.  

—No quieres ser grosera. —Se rió—. Estos chicos han conocido a todas las Weavers. ¿No es así, Marshall?  

Mi corazón se detuvo.  

¿Qué significa eso?  

Marshall asintió. —Eso es correcto, Sr. Jimin. Yo, personalmente, tengo la suerte de haber conocido a su madre, la señora Weaver. Era una mujer joven y bella que te quería mucho.  

Pensé que el dolor de la muerte de Yoongi me había roto más allá de cualquier otra agonía emocional.  

Me hallaba equivocada.  

La mención de mi madre me paralizó. Un sollozo envolvió sus húmedos tentáculos alrededor de mis pulmones.  

No llores. No llores.  

Nunca iba a llorar de nuevo. No mientras vivieran estas personas.  

¡Voy a masacrarlos a todos ustedes! 

Jasmine arqueó el cuello con condescendencia. —En vez de torturar a una chica, que ha sido bastante torturada, sigamos adelante con esto, ¿podemos? —Sus ojos brillaron—. Dejen la tortura emocional para mí una vez que los aspectos legales estén cubiertos.