Giro Inesperado [Editado]

Capítulo 2 - Roma 1/2

Despierto como cada mañana y hago la misma rutina, habían pasado ya dos días desde aquella "charla" con mis padres.

Me encontraba recostada en el respaldar de mi cama buscando una película en mi plasma. Hace dos días que no les he dirigido la palabra a mis padres y hace dos días que no salgo de mi habitación, Sara desde entonces me ha traído mi comida, si, la pobre debe estar cansada subiendo y bajando escaleras casi las veinticuatro horas del día.

No entiendo porque mis padres decidieron que ir a Roma, vivir con la bruja de mi tía  y estudiar en una de las mejores preparatorias sin antes mencionarme algo sería tomado por mi parte de manera positiva, se equivocaron

¿Qué creían? ¿Qué saltaría de la alegría? ¿Qué lloraría de felicidad?

No, odio a mi tía, solo mencionar su nombre me causa un gran revoltijo en el estómago. No puedo creer que mis padres decidieron mandarme a vivir con ella, no es la primera vez que mi mamá sale de la ciudad y que mi padre esta hasta el cuello de trabajo, siempre me quedaba en esta enorme mansión con mi nana

Mis pensamientos se ven interrumpidos por la voz de mi padre

- Hola Tara ¿Cómo estás princesa?

- Muy bien - digo sin el más mínimo interés

Mi padre se sienta en un costado de mi cama  con una media sonrisa - Vamos princesa, hace dos días que no sales de tu cueva

- No estoy de humor para escucharte - digo con un tono molesto, pero él no parece notarlo - además ¿Cómo crees que estoy?¿Cómo estuvieras tú si te enteras que tus padres te mandan lejos a estudiar a una preparatoria y a vivir con la persona a la cual odias? - digo casi cabreada

El semblante de mi padre a pasado a ser serio y luego de pocos segundos en silencio habla - Tara, a como lo dices suena un tanto cruel y...

-  Si lo es - le interrumpo

- No tengo mucho tiempo, hasi que iré directo al punto - me sujeta las manos y me ve directo a los ojos - Tara, lo sentimos mucho princesa, pero la decisión ya está tomada, tu tía ha llamado, el vuelo a Roma es dentro de dos días y las clases comienzan la próxima semana

Mis ojos comienzan a picar y vajo la mirada para que mi padre no me vea débil, no pienso llorar, no cuando él está frente a mi.

Con sus manos aún sujetando las mías vuelvo la mirada hacia él - lo... lo entiendo, ahora, por favor déjame sola - mi padre asiente y sale de mi habitación y una vez que ha serrado la puerta detrás de él, rompo en llanto. Me acurruco en mi cama sollozando por varios minutos hasta que mis ojos se cierran y caigo en los brazos de morfeo.

*********

2 Días después  

Hoy es el día, el día en el cual  mi vida dará un inesperado giro, hoy dejare atrás la vida que tenía en este lugar

Me encuentro en el aeropuerto con mis padres y Sara, todos sentados en las sillas que hay en este lugar esperando a que anuncien mi vuelo; se deben estar preguntando ¿Si es una persona de un muy buen rango con una vida de lujos? ¿Por qué no viaja a Roma en su get privado? Muy simple, quise tomar un viaje común al igual que el resto de personas, no por tener dinero soy diferente, así que luego de insistirles por unas horas a mis padres y amenazar de que no los perdonaría si no me dejaban ir al aeropuerto, aquí me encuentro

Una nueva vida me espera en Roma, una nueva historia que espera ser escrita con mis propias manos, una vida la cual...no estoy segura si me gustará( y espero que así sea) pero estoy segura que será una vida complicada

La voz de la mujer robótica me saca de mis pensamientos anunciando el vuelo a Roma.

Me despido de mis padres entre lágrimas y de Sara con un abrazo, tomo mi equipaje y me dirijo a tomar mi vuelo; una vez ya en el asiento que me es asignado en primera clase, decido recordar aquel momento que me ha destrozado la vida, aquel recuerdo que desde entonces me ha mantenido despierta la mayor parte de la noche y la única razón por la cual no me gusta la idea de vivir con mi tía, porque solo pensar en volver a ver su cara me dan unas tremendas ganas de tirarmele encima y desfigurarle ese rostro perfecto...mi tía fue la responsable de la muerte de su propio hijo, Sergio...