Seunghyun estaba hasta los cojones del entrenamiento con cachorros estúpidos como el solía llamarlos, sólo un día y quería arrancarles la cabeza a todos, no ayudaban en nada las manchas de lodo que le habían salpicado esos inútiles y mucho menos que Minhwan estuviera burlándose, tan jodidamente descarado como siempre de su ya lamentable persona.
Ambos caminaban por los pasillos de madera rechinante, vieja y gastada pero firme como sólo las casas hechas por los cambia forma podían ser, estaban rumbo al despacho del líder de la manada.
Seunghyun ya podía escuchar perfectamente los regaños de Jonghoon y de su pareja, diciéndole las mil y un formas correctas de tratar a los aprendices y su típico "Seunghyun ellos son parte de la manada, trátalos bien y evitemos matarnos entre nosotros" y su aún más frustrante "son chicos jóvenes, nadie nace siendo perfecto, incluso tú no lo fuiste".
Minhwan por lo regular era serio, introvertido, pero cuando se proponía tocarle los cojones nadie lo igualaba, Seunghyun muchas veces se preguntaba ¿por qué eran cercanos?, pero eso estaba de más, cuando a kilómetros podía ver que Minhwan era igual de sarcástico y maldito como él mismo, y probablemente esa era la razón principal de llamarlo mejor amigo, agregando que sin duda en cualquier momento le confiaría la vida a ese enano engreído.
Después de un par de burlas más, chistes malos y una sonrisa socarrona en el rostro de su mejor amigo, ambos llegaron a su destino, unos centinelas que se encontraban frente a la enorme puerta de madera café que guiaba frente a Jonghoon los miraron.
Los altos y fuertes alfas se inclinaron tan luego los vieron y Minhwan les regalo una sonrisa cálida de esas que le pudrían el alma a Seunghyun porque sabía de ante mano que a su pequeño compañero le valía una mierda quienes eran aquellos, que hicieran ahí, o su simple existencia.
- Maldito enano hipócrita –dijo entre dientes más para él que para su compañero.
Pero Minhwan no se inmuto y en cambio le sonrió más ampliamente, más brillante y mucho más falso.
- Que estés molesto porque tu jefe te pusiera a entrenar novatos y la jodieras como siempre no quiere decir que tengas que arrastrarme a tu humor de mierda Hyunnie- dijo mofándose de su nombre cosa que le molestaba desde niño y lo sabia.
Seunghyun tenía que contener sus ganas de partirle la cara a su mejor amigo, o peor aún mandarlo a la mierda a él y a su querido hermano Jonghoon, y puede que sus prioridades estuvieran mal pero le valía una reverenda mierda, porque Minhwan abrió la puerta y joder si, lo sabía ahí estaba el líder de la manada, Jonghoon con su pareja y ahora segundo al mando Hongki.
- Llegan tarde –fue lo único que dijo el líder alfa, de ojos negros y cabello azabache, sin despegar su mirada de los papeles que probablemente le echaría en cara a Seunghyun.
- Hyunnie estaba un poco cansado, la tarea que le diste es demasiado para él –Se burló Minhwan, Seunghyun sólo rodó los ojos y es que aunque quisiera matar a su amigo, que este fuera el hermano menor del líder, el posible descendiente del clan original y favorito de la luna le imposibilitaba todo.
- ¿Por eso torturas cachorros Seunghyun? –Por fin hablo el rubio junto a Jonghoon, un alfa de mediana estatura, no tan fuerte como se suponía un alfa debía ser, pero eso sólo era el exterior porque Hongki la pareja del líder de la manada podía arrancarle la cabeza a quien fuera si así lo quería.
- Tengo alrededor de 5 quejas por parte de los aprendices sobre un cambio de líder de su escuadrón, 5 de 6 Seunghyun, ¿tan difícil es para ti tener un poco de tacto con ellos? Dos brazos rotos y una pierna fracturada TAN SÓLO EN EL PRIMER DÍA –termino por gritar el líder poniendo las hojas blancas con las peticiones de cambio de los lobos más jóvenes.
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Destino de Dioses SeungJae
FanfictionSeunghyun no tiene ganas de ser el general perfecto y maldito que toda la reserva siempre espera, Jaejin no desea más de lo que se le dio, pero juntos... tendrán que ser lo que el destino trazado por los dioses de la luna ya esperaba. El amor es in...