Capítulo 27

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Todo había sucedido sumamente rápido, la policía no tardó en llegar a casa de Cheryl, seguido por Liam y Zayn. El moreno intentaba mantenerse tranquilo, por su hija, pero también era su hijo por el que estaba preocupado. Liam estuvo en todo momento tranquilizándolo, dándole palabras alentadoras, diciéndole que pronto estarían con Ren y que conseguirían los mejores abogados, pero a esa mujer la meterían a la cárcel y con orden de alejamiento para ellos tres... cuatro.

Cuando llegaron, vieron que la policía la llevaba esposada hacia uno de los carros policiales.

— ¡Esto no se va a quedar así! — gritó Cheryl al verlos en la entrada de su casa. — ¡Te odio, Zayn! Nunca vas a ser feliz con Liam — gritaba riéndose como loca.

— No te gastes en contestarle — le susurró Liam, dándole un apretón en la mano. El moreno asintió con la cabeza y siguió caminando.

Con tanta preocupación y al ver cómo la sacaban de la casa, no se dieron cuenta de la ambulancia que estaba esperando en la calle, hasta que vieron una camilla saliendo de la casa, junto a los paramédicos.

— ¿Ren? — Zayn sentía que su corazón se iba a detener y le faltaba el aire. Llevaban a su hijo con una mascarilla de oxígeno. Se acercó corriendo, soltándose del agarre de Liam. — ¿Bebé? ¡¿Qué le pasó a mi hijo?! ¡Respóndanme!

— Señor, lo estamos llevando de urgencias a la clínica, para saber qué es lo que tiene.

— Pero está sangrando... ¡Mi bebé tiene sangre en la cabeza! — su voz era desesperada.

— Es por eso que necesitamos irnos deprisa — siguieron avanzando para subir la camilla a la ambulancia y Zayn quiso lanzarse encima, pero Liam lo detuvo sujetándolo de la cintura.

— ¡Déjame! Quiero ir con él — lloraba y le golpeaba los brazos que lo sostenían. —Suéltame... — poco a poco se fue dejando caer y se largó a llorar en brazos de Liam, que no lo soltó en ningún momento. El castaño se encontraba igual que él, pero uno de los dos debía ser más fuerte.

— Vamos — sollozó y se limpió las lágrimas, ayudando a levantar a Zayn, que estaba de rodillas en el suelo. — Nuestro hijo es fuerte y va a estar bien — sorbió por la nariz — Vamos, no perdamos más tiempo.

Al llegar a la clínica, los médicos se movieron rápidamente. Al ser tan pequeño, el golpe lo dejó inconsciente. Detuvieron la hemorragia y ahora se encontraba con una venda en la cabeza, solo debían esperar a que reaccionara.

— Sus signos vitales están bien — les comentó el doctor.

— ¿Pero aún no despierta?

— Tendremos que esperar un poco, mientras pueden pasar a hacerle compañía.

— ¿Va a tener alguna secuela? — preguntó con temor el castaño.

— Todo indica que no. De todas formas, una vez que despierte, se le realizará un scanner para descartar cualquier cosa. Lo preocupante es que está bajo peso y deshidratado, en estos momentos lo tienen con suero, pero va a tener que seguir una dieta y unas vitaminas que le recetaré. — Ambos asintieron. Siguieron hablando con él y al poco rato se despidieron para acompañar a su hijo, esperando que despertara pronto. Llevaban 2 horas en la clínica cuando Louis y Harry llegaron a acompañarlos. También les avisaron a sus familias y se encontraban en camino a la clínica.

Eran largas horas de espera junto a Ren. El moreno no se movió en ningún momento de su lado, solo debía hacerlo para ir al baño y cuando Liam le trajo algo para comer, no lo aceptó.

— No Liam — sollozó — No puedo comer ahora, no me lo pidas, por favor. ¿Ves como esa mujer dejó a nuestro hijo? — mencionó con rabia — ¿En qué pensaba cuando decidió la estúpida idea de secuestrarlo? Si tanto me odia, debería haberme hecho algo a mí ¡A mí, no a mi hijo! Es un bebé, Liam... tiene solo 3 años y míralo. Nunca hubiese querido ver a mi hijo en ese estado. No me siento preparado.

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