Capítulo 1

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La preciosa ciudad de Milán. Una metrópoli famosa por su gran patrimonio artístico y cultural, pero tampoco olvidar que es una las capitales mundiales de la moda. Cosa que no encajaba muy bien con aquella extraña mujer acompañada de su sobrina camino a un hotel de 5 estrellas.

Los viandantes procuraban no tocarla al pasar a su lado junto con cara de asco mientras que otros se paraban a darle limosna.

- Te quejas del motel al que nos mandó tu organización pero luego no te compras ropa hasta que es prácticamente inutilizable.

-Para algo que de verdad me gusta hacer no pienso hacerlo en un basurero- contestaba Crocchetta-. Yo no mal gasto el dinero como tú en tanta ropa, mientras esto sirva no lo tiraré.

- Lo compraste hace tres años y lo lavaste hace un mes.

- Así tiene mi toque personal y el del restaurante chino del otro día.

Nadie podía contra la lógica su tía y ella mucho menos.

Narra  ________

Mi tía nos saco de la pocilga de mendigos (palabras literales suyas) a la que nos habían mandado para reservar en uno de los hoteles más caros de Milán. A este paso yo me hago de la mafia.

-  Cobras los suficiente para permitirte hoteles de este estilo pero, ¿aún así nos mandaron a un motel?- pregunte mientras entrábamos en el gran hall del lugar.

- Hoy estás tocca le palle (toca pelotas).

- Prefiero el término curiosa- Crocchetta suspiro como hace el 97% del día y se fue a coger nuestras habitaciones. Al principio pensaron que venía a pedir limosna, para variar.

- Supongo que el motel sería un tapadera o algo o simplemente pasan de gastar el dinero. Hacen bien.

Llegamos a nuestro próximo "hogar" hasta que mi tía de nuevo aviso. Tenía un gran tele donde vería yo ya sabía que vería mis hentais mientras mi tía dormía.

- Crocchetta.

- _______- dijo mientras se tiraba a la cama como un muerto.

- No teníamos que ir a hablar con un socio o algo así para saber más sobre la misión.

- Que inocente. Que hasta piensas que vas a venir.- se rió de mi intento fallido.- Tú te quedas aquí viendo tus cochinadas.

- Pero solo vas a conocer a alguien totalmente indiferente para mí, yo puedo quedarme en una esquina sin mirar si quiera.

- ¿Si te digo que me da pereza aguantarte querrás no ir?- negué-. ¿Y si de repente de descubre que me das alergia? Empiezo a notar picores.

- Voy a seguir queriendo ir por los que seguiré molestándote.

- No en serio me esta empezando a salir un salpullido- se miraba con cierto terror su mano. Me acerqué preocupada a mirar y ella le en seño el dedo del medio.

- Y tu eres la responsable de mí.

- Por desgracia para ti sí.- se levantó y ajusto su gabardina.- Acompáñame pero si te pasa algo no es culpa mía.

Así fue como las dos nos encaminamos en la primera parte de la misión.
Al parecer debíamos reunirnos con su compañero en el un restaurante no muy famoso en la ciudad para que nos dijera sobre la misión de Passione.

- ¿Con quién nos vamos a encontrar?

- Si te lo digo después debería matarte.

- Bueno, pues no me lo digas.

Calma aggressività (Pannacotta Fugo x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora