Capítulo 44 ~ Solo tú y yo.

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Louis Tomlinson.

- No te preocupes torpe, no dejaré que caigas.-dije tras una pequeña risita con las manos sobre su cintura.

- Más te vale.-dijo dejándose llevar.

- Oye sin amenazas eh, que te dejo aquí sola.-dije intentando parecer serio mientras la guiaba hasta la puerta de una casa en medio de la montaña que había alquilado para los dos.

- No por favor.-dijo agarrando mis manos.

- Era una broma, boba. Sabes que nunca lo haría.-dije susurrando en su oído, dándola un beso en la mejilla después.

La dejé en frente de la puerta mientras sacaba las llaves de mi bolsillo y abría la puerta. Había un par de escalones al entrar así que la cogí en brazos para evitar que tropezara.

- ¿Me puedo quitar esto ya? -dijo señalando el pañuelo.

- Eres una impaciente.-dije dejándola en el suelo.- Un minuto más.- agarré su mano y la llevé hasta el balcón que había en el salón. La casa estaba sobre un acantilado y desde la terraza había unas vistas impresionantes. Hice que apoyara las manos sobre la barandilla y desaté el nudo del pañuelo.- ¡Tachán!

- Es impresionante.-dijo asomando un poco la cabeza, mirando hacia abajo.

- Lo sé.-dije abrazándola por detrás.-

Nos quedamos allí un momento, observando aquel paisaje. Después la llevé dentro, a enseñarla el resto de la casa. Luego salimos al coche para coger las maletas. Entre unas cosas y otras se hizo la hora de comer, así que preparamos la comida.

- ¡Ah! Se me olvidaba una cosa.-dije después de tragar.

- ¿El qué? -preguntó llevándose un trozo de lechuga a la boca.

- ¿Te has traído el móvil, ipod, o cosas que te permitan comunicarte con el mundo exterior? -pregunté y ella rió.

- Si claro, no salgo de casa sin móvil y sin ipod, por supuesto.

- Dámelos.

- ¿Qué? -me miraba extrañada.

- Que me los des. Nada de tecnología este fin de semana. Solo tú y yo.-ella sonrió, se levantó, fue a la habitación y volvió en seguida.

- Solo tú y yo.-dijo dejando el móvil y el ipod sobre la mesa.

Quería pasar estos días solamente con ella, sin que nada ni nadie nos molestara, así que cogí sus cosas y mi móvil también, los apagué y los dejé en el coche. Pasamos el resto de la tarde sentados en el porche que tenía la casa, hablando de nuestras cosas. Cenamos y después nos sentamos en el sofá, a ver una película que estaban echando en la televisión. Ella apoyaba la cabeza sobre mi hombro mientras yo la rodeaba con uno de mis brazos. Terminó la película y me levanté para irnos a dormir.

- Espera aquí un momento.-dijo haciendo que me sentara de nuevo. Y salió del salón. Al rato volvió escondiendo algo tras la espalda.

- ¿Qué tienes ahí? -pregunté mirándola. Se sentó de nuevo a mi lado.

- Esto es para ti.-dijo dándome algo con forma rectangular envuelto en un papel de colores.

- ¿Para mi? -dije antes de empezar a abrirlo.

- Sí, no me pongas esa cara de bobo, ¿pensabas que no te regalaría nada? -reía esperando a que lo abriera y eso hice. Lo abrí y era un álbum de fotos nuestras, desde el primer día que salimos por ahí.- ¿Te gusta? -dijo mirándome.- Hombre, no es como un fin de semana en medio de la mont...

- Shh.-la interrumpí.- Es perfecto. Me encanta.-puse una mano en su mejilla para terminar de acercarla a mí y besarla.

Carolina Martin.

Acercó mi cara a la suya para besarme. Era increíble cómo sus labios encajaban a la perfección con los míos. Nuestras lenguas empezaron a jugar entre ellas, haciendo una pequeña batalla. ¿Empezaba a hacer mucho calor allí o solo me lo parecía a mi? Sí, definitivamente, la culpa la tenían sus besos, que hacían que la temperatura de mi cuerpo subiera lentamente. Noté su mano subiendo despacio mi camiseta y ahí fue cuando todo volvió a mi cabeza. Todos aquellos recuerdos, lo ocurrido con Dani y después con Dougie. No lo pude evitar, me aparté de él.

- Lo siento, Lou, no-no puedo.-dije casi en un susurro con la voz entrecortada.

Una lágrima empezaba a resbalar por mi mejilla y salí fuera de la casa. Caminé un poco, alejándome de allí y me senté en una roca. Rodeé mis rodillas con los brazos mientras lloraba con la cabeza apoyada en los brazos. No lo podía creer. Mi estúpida cabeza me la había jugado y había estropeado el que probablemente hubiera sido el mejor momento de mi vida.

Hacia un poco de viento y notaba cómo se erizaba mi piel por los brazos ya que llevaba una camiseta de manga corta solamente pero en ese momento me daba igual cuando entonces sentí que alguien ponía una chaqueta sobre mis hombros. Levanté la cabeza y ahí estaba Louis.

- No quiero que te pongas enferma.-sonrió ofreciéndome la mano para ayudarme a levantarme.- vamos dentro, anda.

- Lou, yo...-dije levantándome y mirando al suelo.

- Eh pequeña.-dijo poniendo levantándome la barbilla, haciendo que le mirara a los ojos, esos ojos grises que adoraba.- No tengo prisa contigo.-colocaba un mechón de mi pelo tras la oreja.- Pasará cuando tenga que pasar, cuando estés preparada.-besó mi frente.- Y ahora volvamos, hace un poco de frío.-Asentí con la cabeza. Me abrazó y volvimos a la casa de nuevo.

Stole My Heart With Just One Look (L.T.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora