Su aliento se escapaba de sus labios, dejando una leve estela blanca mientras continuaba avanzando en el denso bosque. No tenía una ruta definida, llevaba días de estar huyendo, de su pasado, de su presente y hasta posiblemente de su futuro. Estaba escapando de todo aquello que no podía manejar y aquello que no quería enfrentar. Para alguien en fuga, no era una mañana normal, había demasiada neblina y podía sentir claramente como el frío calaba en sus huesos. Con cada paso tembloroso, como también lento, su mente revivía aquellos dolorosos y frustrantes momentos. No era algo que ella hubiera escogido, simplemente cuando se dio cuenta era demasiado tarde. Y realmente había tratado múltiples veces de dejar ese pensamiento, esos sentimiento, que todo eso se fuera. Negó con cabeza, indicando a ella misma que tenía que dejar de pensar en ella, ya que si no fuera por ella, no estaría en esta situación. No, ella lo sabía en el fondo, estaba en esta situación por su culpa y sus decisiones, pero no se arrepentía. Esperaba llegar a un pueblo al cual nadie iba, ya que se mencionaba que sucedian cosas extrañas. Había estado una vez muy cerca de él, pero no habia podido entrar a conocerlo. Suspiro, y se detuvo por un momento al darse cuenta que no muy lejos podía ver el inicio de una carretera, así que decidió llegar a la orilla para tener una idea de dónde iba.
Llevaba ya un par de horas caminando a la orilla de la carretera, no había transitado ningún automóvil en ese tiempo. La neblina ya no era tan espesa en esa parte conforme avanzaba, pero podía sentir cómo su cuerpo le pedía un descanso. Llevaba varios días sin comer y solo tomaba el agua necesaria, de una botella que cargaba con ella en una bolsa y unas cuantas pertenencias más. Respiro profundo mientras sentía unas cuantas gotas de lluvia chocar con su cuerpo, realmente estaba cansada. La lluvia se volvió rápidamente más intensa, le costaba ver el camino delante de ella, decidió en ese momento regresar un poco al bosque para poder seguir avanzando esperando que los árboles le ayudarán. No esperaba resbalarse y caer varios metros abajo de donde se encontraba, mucho menos todos los cortes en su cuerpo. Se rió consigo misma, mientras las lágrimas corrían libremente por sus mejillas. No recordaba cuándo fue la última vez que había llorado, sabia que habia sido hace unos años, probablemente. Sus piernas le dolían, pero ante todo su costado, estaba casi segura que se había roto alguna costilla, además de posiblemente haberse dislocado el hombro derecho. Levantó la vista para ver el cielo estrellado, por lo menos sería lo último que vería, sonrió de lado. Sentía como poco a poco todo a su alrededor desaparecía, pero su mente no dejaba de pensar que su mayor error había sido el de haber enamorado de una chica.
Se encontraba en un prado, no estaba segura de lo que había sucedido, ni de cómo había llegado. Pero definitivamente era un lugar realmente hermoso, el lugar la calmaba y podía relajarse. Camino por un tiempo hasta que se topó con un hermoso lago y al otro lado de donde se encontraba una pequeña cabaña. Después de admirar la vista, la curiosidad le gano y se dirigió a la ella. Mientras más se acercaba todo se volvía más silencioso, sus sentidos se encontraban en total alerta. Cuando estaba a unos metros de la entrada vio a alguien en la ventana viéndola llegar, pero lo que más captó su atención fue la tristeza y resignación que le demostraban. A pesar de ser un hermoso color avellanado, no podía discernir del todo las facciones de esa persona. De un momento a otro solo se escucho un grito y esa persona desapareció. El pánico inundó su cuerpo y sin pensarlo dos veces corrió directamente a la cabaña. Entró enciendo todas las luces y revisando todos los cuartos pero no encontró a nadie. Había perdido el aliento y tenía la adrenalina dentro de su cuerpo por los cielos. Se encontraba en el segundo nivel, cuando se asomó a la ventana a ver, se dio cuenta que esa persona se encontraba afuera enfrente del lago. Todo parecía bien, así que decidió ir un poco más despacio para salir de la cabaña, casi a la salida de la misma se dio cuenta de un libro en una mesa cercana a las escaleras. Y estaba casi segura que no estaba ahí cuando entró, la casa estaba totalmente vacía, sin contar los muebles, pero no había nada que señalara que alguien viviera ahí. Lo tomó y vio un símbolo que le pareció muy particular, pareciera ser un lobo pero estaba en conjunto de un fénix, como una unión. Le parece realmente raro la unión de los mismo, decidio llevarselo para preguntar su significado, ya que no podía abrirlo y no encontraba algún tipo de cerradura. Al salir se acercó a esta persona, se dio cuenta que era ligeramente más alta, un viento bastante brusco. Fue en ese momento que todo a su alrededor cambió, el cambio estaba marchito, el lago lentamente comenzaba a teñirse de rojo, no comprendía nada, volteo a ver la cabaña que apenas seguía en pie. Busco a la persona pero había vuelto a desaparecer, lo unico que encontro fue un papel que decia "ayudame".
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Kolkrabe
FantasyShay escapaba de su pasado, aquel que no podía recordar y aquel que tenía marcado en su piel. No se habia sentido tan sola y traicionada por sus sentimiento, como en ese momento. Su suerte la llevara a conocer a los Kolkrabe, en redandose en conspir...