Se escuchaba cada paso que daban, era casi una leve carrera para ver quien llegaba a la sala del líder del clan Kolkrabe. Camil se sentía en deuda con la chica y definitivamente no iba a dejar que Marcos se la quedara. Aunque no sabría como explicarle a su tío todo lo sucedido, pero tenía una idea de cómo librarla de problemas. Vio de reojo a su derecha como traían a la chica, solo agarrada por los brazos mientras sus piernas y pies se arrastraban en el piso. Tenía un gran curiosidad del porque Marcos estaba interesada en ella, pero sabía muy bien que no sería para nada bueno. Empujo ambas puertas, pasando de primero al gran salón, en donde se podía ver detrás de un escrito al final del mismo, un hombre mayor revisando unos documentos.
Levantó la vista al bullicio que se presentaba en su oficina. Al ver que se trataba de su ahijada y su hermano entraban de prisa al lugar. Suspiro mientras dejaba los documentos que estaba revisando en la mesa, se quitó sus lentes y comenzó a masajear su cien anticipándose a lo que se venía.
- T.. - Camil se detuvo, al ver la mirada que le estaba dando - Ernesto, te pido que por favor escuches todos puntos de vista.
- Esta mocosa cree que lo sabe todo- Dijo Marcos, claramente molesto - Te pido que me dejes a total disposición a esta intrusa, después de faltar el respeto a nuestro clan. Y claro Camil, no estuvo a la altura para poder hacer algo.
Camil solo le dirigió una mirada de disgusto, realmente le molestaba Marcos. No comprendía del todo el porque no está en su lado amable, pero después de tanto tiempo, era lo menos que le importaba. Tratando de ser lo más concisa explico todo lo sucedido. Desde el momento de la ceremonia, como también a pesar de todo resaltaba su figura dentro de los habitantes por su ropa. Y como es que evade fácilmente a los mejores guardias de Marcos, claro Marcos intervino totalmente en eso. Finalmente remarcó el hecho de que la total desconocida la había salvado, ya que claramente ese cuchillo tenía algo y de no haber sido por ella no estaría ahí en ese momento. Así Camil presenció nuevamente las discusiones de Ernesto y de Marcos por ella. Fue un debate bastante largo, intervino en lo que podía de la conversación. Había algo en la chica que le llamaba la atención, no sabía si eran algunas de las cicatrices que se veían en su brazo o la mirada que le dedicó.
No podía ponerle sus dedos al porque la creciente curiosidad en ella por la chica. Fue en ese momento en donde se recordó que querían un guardia personalizado para ella. Era un movimiento arriesgado, puede que su tío la dejara hacerlo y así podría conocerla mejor. Así que interrumpe la discusión de su tío y marcos.
- Ya que claramente ella ha demostrado tener experiencia batalla, ¿Porque no es mi guardaespaldas?
-Es una total desconocida, no sabemos cuales son sus intenciones - Intervino Marcos, viéndola como si hubiera perdido finalmente la cabeza. Mientras Ernesto solo la observaba mientras guardaba silencio.
-No lo estarás considerando - Dijo Marcos mientras veía a Ernesto, que se había quedado ya varios momentos en silencio.
-No es mala idea, ya la protegió sin una razón y por lo que veo demostró ser mejor que tus hombres - Dijo tranquilamente mientras encontraba una salida a todo ese debate, dirigió su mirada a Camil - Estas segura de querer eso?
-Si, tomare la responsabilidad de cualquier inconveniente - Respondió con firmeza, mientras trataba de ocultar la sonrisa que se asomaba en sus labios.
-Entonces está decidido, lleven a este chica a la casa de Camil. Marcos suministrale el antídoto para que su recuperación. - Dijo con firmeza, indicando que no había mayor tiempo para seguir discutiendo el asunto.
Marcos salió claramente furioso con sus hombres, los demás guardias tomaron a la chica para llevarla a su destino. Le dio una leve sonrisa a Camil, quien se había quedado un poco más de lo esperado con una sonrisa en sus labios. Le susurro un gracias, para luego retirarse por el antidoto y finalmente dirigirse a su morada. Ernesto termino de ordenar todo sus trabajos pendientes, ya era demasiado tarde para continuar trabajando. Además tenía un leve dolor de cabeza después de toda la discusión, además que arreglar todo para la llegada de su pequeña. Cuando estuvo agusto de como se quedo todo, se acercó a la ventana, pasó su mano por su cabellera ya algo platinada. Suspiro y solo esperaba lo mejor para la chica, no esperaba que todo resultara de esta manera. Sabía que la chica era algo especial, pero no comprendía del todo el porque el interés de su hermano en ella y el porqué la insistencia. Tendría que estar alerta de cualquier problema con la chica, pero le daría el beneficio de la duda, como ya se la había dado antes.

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Kolkrabe
FantasyShay escapaba de su pasado, aquel que no podía recordar y aquel que tenía marcado en su piel. No se habia sentido tan sola y traicionada por sus sentimiento, como en ese momento. Su suerte la llevara a conocer a los Kolkrabe, en redandose en conspir...