Drew
—¿Pero a quién tenemos aquí? — Dijo un chico alto con una voz gruesa. — ¿Eres nuevo pequeñín? Tienes cara de maricón.
Un detallazo, gracias subnormal.
Decidí quedarme callada, si hablaba, se daría cuenta de que soy una chica.
— ¿No hablas? ¿Eres mudo? — Comenzó a darme empujones y a sacar pecho.
Los chicos de por alrededor se iban acercando formando un círculo que nos encerraba.
El chico alto, empezó a reír sarcásticamente.
—¿Voy a tener que partirte la cara para que hables, pedazo de maricón? — Me zarandeó.
Estaba a punto del ataque de nervios.
¿Podía parar de decir la palabra maricón?
Harry
Estaba en mi habitación viendo videos de ASMR con Niall para ver si podían calmar el ataque de ansiedad que nos dio al ver el uniforme de heterazo que nos estaban obligando a usar.
Encima era verde.
"Pelea, pelea" escuché decir desde mi cama y Niall y yo nos miramos.
— Vamos a ir a ver la pelea física. — Dijimos al unísono y chocamos los puños riendo.
Salimos de nuestra cabaña y nos dirigimos hacia el barullo de gente.
Kevin, uno de los "heterazos" matones de la facultad, estaba retando a un chaval que jamás había visto por ahí, pero era muy pequeño. Eso empezaba a no gustarme.
— Como veo que sigues sin querer hablar, te haré gritar. —Kevin le metió un puñetazo al chaval. Este cayó de rodillas al suelo tras el impacto y entre el barullo se hizo el silencio.
Hasta hoy creía que el Super Saiyan era ficticio.
Al chaval se le cayó la gorra y se le desató el pelo de color rubio.
Mierda, es Goku y está cabreado.
El chico levantó la mirada, cargada de odio, y miró a Kevin mientras se tocaba la zona golpeada.
¿Tenía la manicura hecha?
Mierda, ese pelo, esas uñas, esa mirada de odio de asesina en serie.
No era Goku. Era Drew.
Un sentimiento inexplicable me surgió desde la punta de los pies y me golpeó en el cerebro.
Ni puta gracia me hacía esta situación en ese momento.
Drew se levantó y comenzó a reír, esto sorprendió a los presentes.
—Manda cojones, manda cojones y ovarios. — Hizo una pausa para con la manga, limpiarse el maquillaje que llevaba en la cara a duras penas. — Manda cojones que para proteger tu débil masculinidad tengas que hacer esto. Es muy triste, cabrón. — Dijo con amargura. — Ahora una puta tía te va a pegar la paliza de tu vida. Para que te bajes de la puta nube de superioridad que te traes.
Kevin comenzó a reírse.
Me está empezando a arder la sangre, pero Drew le hizo una llave a Kevin y lo acorraló contra el suelo.
—Esto por el hostión. — le pateó el costado. — Y esto por todos los maricones que se han sentido ofendidos o han sido agredidos por tu culpa. — Le pegó otra patada, más fuerte.
Ella miró al frente.
—Si no queréis acabar como este cabrón, ya os valdría chivaros a la Santa Sede que lidera este campamento de mierda. — Amenazó y la gente comenzó a irse. Asustada.
ESTÁS LEYENDO
MAMARRACHEO EN EL LAGO
HumorÉrase una vez, una facultad privada ultracatólica , decidió crear un programa de convivencia en el medio ambiente para aquellos alumnos que más dolores de cabeza han dado por su extravagancia. Chicos y chicas, separados por un muro, se unirán en un...