Carla
- Hola Carla soy, soy Gerard McCartney el jefe de Sasha
- Encantada, en verdad disculpen por agobiarlos con todo esto, supongo que estarán aquí por la salud de Irina y yo dándoles esta historia de terror no es lo apropiado, lo siento.
- Linda, supones mal al menos en el caso de nosotros tres y gracias a ti nuestro trabajo se ha facilitado enormemente, bueno en tu caso no es bueno pero ellos te lo dirán en algún momento, por cierto soy Tyler y este oso de aquí al lado es Marcus- asiento con la cabeza en forma de saludo
- Ignoralo por favor Carla, creo que debemos dejar cosas en claro para que no te confundas. Trabajamos para la Interpol de Francia y aunque Sasha esta aquí por Irina vinimos porque tenemos trabajo que hacer, aunque eso no quita que estemos preocupados por Irina
- Gracias chicos, y eso decir que te vas a quedar por un tiempo Sasha ¿verdad?
- Así es hermanita y más cerca de lo que pensamos
- Carla se que esto debe haber sido una situación sumamente estresante, así que porque no se va a su casa y descansa, le prometo que mañana hablaremos con calma y entenderá muchas cosas
- Si claro hay problema- no, no quiero estar sola
- Marcus te acompañará a casa- esas palabras quiera reconocerlo o no me llenan de alivio.
- Vale muchas gracias. Hablaremos mañana, por favor asistan a mi café la casa invita el desayuno
Marcus y yo salimos en silencio y subimos a una camioneta supongo que la rentaron apenas llegaron, le doy las indicaciones a Marcus en dirección a mi casa, hacemos todo el recorrido en silencio y no puedo evitar pensar que por mi culpa mi amiga esta en ese estado, se que yo no envié eso pero soy la destinataria.
Inevitablemente mi pensamiento me llevan a Alexandr, Irina siempre me platico mucho acerca de él pero jamás lo había visto o conocido. Recuerdo que en una ocasión llamo al café a Irina y su voz con su acento característico ruso llamo mi atención pero nunca espere que fuera un hombre tan guapo. Tenia cabellos castaños claros y dorados que combinaban perfectamente con sus ojos color zafiro, una ma dibuja marcada y un cuerpo que definitivamente trabajaba ya fuese por gusto o por trabajo, y que de forma irremediable haría cualquier mujer soltar un suspiro.
Cuando llegamos a casa, le agradecí a Marcus por llevarme y le invite algo de tomar pero él se nego, era un hombre de muy muy muy pocas palabras pero su presencia, me tranquilizaba no se si era por ser policía o algo más pero sentí un aliento de aire fresco el tenerlos por qui al menos durante un breve tiempo, pero ahora más que nunca se que mañana hablaría con la policia.
Después de cambiarme rápidamente en mi baño pues ahora sabía que mi habitación no era segura del todo, me metí en la cama esperando que el sueño me envolvieron pensando en unos ojos azules que me dejaban un sentimiento de seguridad.
AL OTRO DÍA
Alexandr (Sasha)
- ¿Qué tal la noche Marcus?
- Todo tranquilo jefe- respondió una vez todos estuvimos cómodos en el auto y nos dirigimos al café de Carla. Cuando las enfermeras nos sacaron a todos excepto a Max de la habitación de Irina nos fuimos en taxi al hotel donde decidimos quedarnos, al llegar decidimos dormir y prepararnos en la mañana, pero decir que pude dormir sería una mentira pues para bien o para mal chocamos con la siguiente víctima y no me gustaba para nada que fuera Carla, era la amiga de mi hermana y aunque sonaba a cursilada era como una bella porcelana que en cualquier momento se rompería
YOU ARE READING
Protegiendo a Cupido
RomansLa dueña de un concurrido café es objetivo de un asesino serial que se ha obsesionado con ella, ante esta amenaza el oficial de la Interpol Alexandr Ivanov es puesto a cargo junto con su equipo para protegerla y atrapar a este asesino. Pero ninguno...