Sólo cuando sientes que estás del todo perdida aparece alguien para joderte aún más la existencia.
Recuerdo la primera vez que los vi.
Ágiles.
Poderosos.
Fríos.
Seguros.
Calculadores.
Fueron las palabras que iluminaron mi mente.
Sabían qué hacer exactamente en cada momento, como si todo fuese insignificante para ellos. Como si ellos fueran los más poderosos de todo el mundo. Se comportaban como si con un simple chasquido de sus largos y pálidos dedos fueran capaces de sembrar el caos. Más tarde descubrí que si lo eran.
Eran siete.
Noté un símbolo raro, como una serie de triángulos unidos entre sí en las vestimentas oscuras que contrastaban con la tez pálida de cada uno. Caminaban erguidos, dejando el espacio perfecto entre ellos y creando una formación digna de respetar.
Me senté sobre la tierra, pero en el momento en el que me erguí, un dolor de cabeza se instaló como miles de agujas en mi cabeza e involuntariamente me llevé una mano a la sien.
A una velocidad sobrehumana una de ellos se acercó a mí y me miró desde arriba examinándome mientras los demás se detuvieron a una distancia prudencial. La chica de cabello castaño oscuro muy corto y ojos de igual color puso una mano sobre mi cabeza y el dolor cesó de repente.
Me tendió la mano y nada más darle la mía, tiró de mí sin esfuerzo. Aún así me levanté y tuve que hacer un esfuerzo enorme por no perder el equilibrio. Tenía la fuerza de un huracán y ni siquiera había hecho nada.
Me dirigió una mirada superficial, haciéndome una ligera señal para que la siguiera.
Fuerza y velocidad sobrehumanas pero ni te molestas en hablar, ¿eh?, pensé
No rechisté. Cuando nos reunimos con los demás estaba demasiado concentrada en detallarlos a todos. Tres chicas: una rubia con unos ojos despampanantemente verdes y dos morenas, la que se había acercado a mí y otra de rasgos algo achinados. Y cuatro chicos de semejante altura: dos morenos, otro de pelo negro azabache y el último, con el pelo rubio ceniza.
Tampoco tuve ganas de hablar luego. Ninguno de los nombrados tenía intención de entablar ningún tipo de conversación y yo estaba demasiado concentrada en seguirles el paso al correr por el bosque. La maleza y las espinas de algunas flores me hacían cortes superficiales en los tobillos, pero rápidamente estos se curaban por una razón que desconocía.
En realidad desde que desperté, no entendía una mierda. Pero, por extraño que pareciera, no sentía el impulso de averiguarlo.
Me conducieron al corazón del bosque. Observé que los árboles eran más altos, la vegetación más abundante, y el canto de los pájaros más armonioso. También observé durante mi travesía que mis sentidos estaban muy desarrollados, mi oído percibía mejor los movimientos y sonidos a mi alrededor, mi olfato olía la sangre a kilómetro de distancia, era más veloz, más rápida, más astuta y notaba que mis pensamientos eran más rápidos.
Con un movimiento ágil la chica de pelo oscuro corto, avanzó hasta un árbol y colocó una mano sobre el tronco de éste, susurrando unas palabras en un idioma que no distinguí. De repente, el suelo tembló ligeramente y una grieta de luz se abrió en el árbol mientras los demás lo observaban como si que un árbol se partiera a la mitad fuese lo más normal del mundo.
La grieta se fue abriendo más y más, enredando las ramas partidas entre sí y combinando sus hojas hasta que se creó una puerta de madera que, si no acabará de ver la transformación hubiera jurado que llebaba allí toda la vida. Una luz cegadora que te incitaba a tocarla resplandecía dentro de la puerta. Y a continuación la chica la traspasó.
Sin más. O sea no sé, supongo que me esperaba algo más, pero tan sólo era una puerta.
¿Y que se hacen con las puertas?
Pues atravesarlas o cerrarlas en las narices de la personita hermosa que te está jodiendo la vida.
Lo que no imaginé fue al lugar al que llegó. Porque ese lugar fue Silvery Sigh. Llegó a la ciudad más importante de vampiros. Y ese fue el principio de mi perdición.
Nota de la Autora:
Holaaa, bueno, pues espero que el primer capítulo le haya gustado a la personita que está leyendo esto y decida guardar esta historia en su biblioteca y darle mucho amor, ya que sería un honor.No tengo fecha exacta para subir capítulos, pero publicaré regularmente.
Hasta la próxima actualización,
XxBlogger_GirlxX
ESTÁS LEYENDO
Nothing
VampireYo era la presa. Él era el cazador. No podía hacer nada. Yo era una convertida. Él un Purasangre. Estaba sometida. ¿Sólo seré eso, una forma de alimentar al Purasangre más antiguo? ¿O algo más?