Capítulo 2

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Salí de clase realmente feliz. Al fin había terminado mi último examen y, al menos por lo que yo creo, no me había ido tan mal... O eso espero.

Había pasado una semana ya desde que fui por primera vez a casa de Bakugo a estudiar. Digo primera vez porque me dedicó varias horas de su tiempo al día para ayudarme durante esta semana. En ese tiempo, no pasó nada fuera de lo común, simplemente me enseñó y yo me esforcé en aprender porque necesitaba aprobar mis asignaturas.

Sin embargo, el ir a su casa y estar con él a solas, me ayudó a comprender que realmente sí que me gustaba. De hecho, me sorprendí buscando en la WikiHow "¿Cómo saber si te gusta tu amigo?", y cosas por el estilo. Nunca había hecho una tontería así de grande, pero eso es lo que se hace cuando te gusta alguien. Bueno, aunque... Quizá no debería fiarme, pues esa afirmación también la saqué de esa página.

Sea como sea, no volví a intentar nada con él. A nada me refiero a cosas como intentar besarle... Otra vez. Quería engañarme diciendo que era preferible estudiar, pero lo cierto es que no lo hice por si se alejaba de mí. Pensaba que igual se asustaría si me acercaba tanto cuando estábamos solos.

Le busqué con la mirada al salir del aula, quería decirle lo bien que me había ido gracias a él. Estaba junto a Uraraka, ya que ésta le estaba preguntando la solución del penúltimo ejercicio. Escuché la respuesta: la tenía bien. Estaba súper contento.

Me acerqué a ellos, y saludé a Uraraka antes de que se marchara y ésta hizo lo propio conmigo. Pasé mi brazo sobre los hombros del rubio, con una gran sonrisa y mucha energía. Había gente, así que pensé que no sería raro.

—¡Me ha salido estupendamente! Muchísimas gracias, tío, quiero darte algo a cambio —estaba muy contento en ese momento, así que le abracé con ímpetu mientras reía.

—¡Argh! —se quejó ante mi entusiasmo, cogiendome de los hombros. Intuí que era para que parara de dar botecitos y me estuviera quieto, así que eso hice, despegándome de él en el proceso—. No hace falta que me des nada, pelopincho.

—Bueno, he pensado que quizá... —no sabía muy bien cómo plantearle el quedar a solas, era realmente difícil. Aunque siendo mejores amigos, seguramente aceptaría sin pensar que era nada extraño, pero aún así me sentía incómodo y nervioso—. Pensé que bueno, quizá te apetecía que tu y yo...

—¡Bakugo! —le llamó Kaminari, el cual venía corriendo a nuestra dirección junto con Mina—. ¡Me alegro un montón! —el nombrado alzó las cejas, molesto, seguramente se preguntaba algo como "¿qué coño quiere este imbécil ahora?", pero lo único que hizo fue soltar un gruñido como respuesta—. Hablo de Uraraka, al fin le hablas. ¡Hacéis muy buena pareja! Me preguntaba cuánto tardarías en acercarte a ella.

¿Bakugo? ¿Uraraka?... ¡¿Bakugo y Uraraka juntos?! ¡¿Que hacían buena pareja?! Mi cabeza estaba apunto de explotar, al igual que Bakugo ahora mismo.

—¡¿Qué coño has dicho?! —Bakugo estaba muy cabreado por lo que le había dicho Kaminari, supongo.

Yo por mi parte, estaba en shock. Normalmente paraba a mi amigo cuando se cabreaba así con la gente, pero en este momento no era capaz de pensar con claridad.

—Ah... La c-cagué —Kaminari comenzó a correr todo lo que pudo.

—¡Muere!

¿Enserio eso era lo que pensaba la gente? O peor, ¿qué era lo que pensaba Bakugo? Nunca hablábamos de amor, así que no sé quien le gusta...

—¿No deberías pararle...?

¿Y si realmente Kaminari tiene razón y le gusta Uraraka?

—Kirishima...

[Kiribaku/Bakushima]Where stories live. Discover now