Hablando del nido

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Abrió los ojos aturdido,  miró a cada lado para ver en donde de encontraba,  en efecto,  estaba en su habitación.

¿Cómo llegó allí?  Se preguntó,  tenía sus dudas,  pero sabía que su nueva amiga se las aclararía,  por lo que no tardó demasiado en salir de las abrigadas sábanas y encaminar hasta el comedor,  no sin antes pasar por el reloj estampado en la pared.

Cinco de la mañana,  en unas horas más debería ya estar en el trabajo,  ¿ayer tuvo quehacer turno de noche?  No lo recordaba,  pero tampoco era algo que le importars, de algún modo,  todo lo que había experimentado ayer se había quedado en su cabeza,  sin embargo,  no tenía muchas ganas de plantearse del por qué había pasado ni cómo pasaron,  solo necesitaba tomar una taza de café,  bañarse y quizás caminar un poco para recién plantear todo,  sentar cabeza,  gritar,  y quizás asustarse más de lo debido.

Su cabeza le mataba,  a duras penas podía mantenerse de pié e ir al baño a darse una ducha,  todo su cuerpo le dolía,  todo se le dificultaba,  incluso el simple acto de abrocharse los zapatos de su uniforme.

Fuera de la habitación se encontraba con la misma escena todas las mañana,  Amber y Krystal compartiendo un desayuno,  hablando quizás sobre sus compañeros de trabajo.

—¡Jong In!  Querido amigo,  pensamos que no despertarías,  Amber estuvo a punto de ir por un poco de alcohol para que pudieras despertar,  nos tuviste muy preocupadas.

—Buenos días...  ¿Cómo es que llegué a casa?  —Preguntó aturdido,  Demonios,  aún era muy temprano para esas preguntas, debía callarse.

—¿Seguro que no lo sabes?  —La chica de cabello más corto solo lo miraba desconfiada.

—Claramente no lo sé,  no lo sé.

—Suspiró.— Venía del trabajo cuando te encontré en tu habitación,  estabas lleno de labial por todo tu cuello,  y ni hablar de tu olor,  dime tú a mí,  ¿Donde estuviste anoche?

¿Qué?  ¿Qué había pasado exactamente luego de esa pesadilla? 

—¿De qué hablas?  Solo fui hasta la mansión,  te había contado de mi  plan hace unos días atrás,  ¿crees que me iría hasta otro lado?  Diablos,  ¡ni siquiera es como si tuviera tiempo para mujeres!

—¿Estas seguro sobre eso?  A mi parecer fue como si te hubieras ido a pasar la noche en un prostíbulo.

¿Prostíbulo?  Claro que no,  pero si lo pensábamos bien,  él si estuvo en uno,  anoche,  en esa pesadilla,  ¿qué era? ¿Una especie de camuflaje? Mmm.

—Amber,  no seas tonta,  —Esta vez fue la otra mujer quién habló. — Aquí no hay prostíbulos cerca,  el último que había se cerró hace años,  ¿que no lo recuerdas?

— Espera,  ¿El Nido de las Arañas no era el único prostíbulo del pueblo?  —Preguntó aturdido.

— ¿Mmm no?  Jong In,  el maldito pueblo eran negocios y negocios de prostitución legal,  ¿qué esperas? Solo que la mansión era como lo mejor de lo mejor,  yo que sé,  quizás por que era una mansión,  o por que habían mujeres más lindas,  no lo sé. 

O quizás por que habían más variedades de personas.

Recordaba perfectamente  al momento de hablar con el alcalde,  de que no sólo trabajaban con mujeres,  si no que también con hombres y bajo su descubrimiento niños.  Que asco de gente,  que asco de pueblo.

Se sentó en el momento que Krystal le había entregado una taza de café con un pedazo de pan dulce para acompañar.

—Debes estar tranquilo,  siento que estas muy estresado.

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⏰ Última actualización: Oct 19, 2022 ⏰

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La boda de las Arañas (KAISOO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora