Katsuki Bakugo, a causa de la pérdida de sus padres, se ve obligado a ser un ladrón y sobrevivir solo en este mundo despiadado a la edad de 12 años. Seis años después, en una pelea callejera, a punto de desmayarse, llega una chica conocida que le de...
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— ¡Agh! ¡ARDE! — Katsuki aparta la cabeza, ¿por qué? Le puse agua oxigenada para desinfectar sus rasguños, parecen provocados por un cuchillo, suspiro. — Sólo necesito vendarte, así que ya casi acabo — tomo las vendas y se las coloco lentamente.
— Maldición — lo miro a los ojos por un segundo, muestran, ira, dolor, pero también parecen querer tranquilizarse. — Has pasado por mucho, ¿no es así? — me enfoco de nuevo en vendarlo. — ¿Qué parece? — aprieto los labios, — Perdón, ya está — Katsuki se mira las zonas que están vendadas.
— Gracias — dice al cabo de un rato, mirándome, luego se levanta de la silla y camina hacia la puerta, — ¿A dónde vas? — interrogo, — A ver donde paso la noche — abre la puerta y... — Esta lloviendo — digo, Katsuki cierra la puerta con molestia, — Tsk, mierda — me acerco y pongo una mano en su hombro.
— Puedes pasar la noche aquí, no tengo problema — sonrío, el me mira todavía con molestia, luego su mirada se suaviza, — Tsk, gracias, cara redonda — ese es el Katsuki Bakugo que conozco. Lo guio hasta mi habitación, — Puedes dormir aquí – le paso una cobija extra por si le da frío. — Gracias — murmura después de unos segundos, sonrío y salgo de la habitación, pero sin cerrar la puerta.
— Oh, cierto — digo para luego pasar al baño y tomar una muda de ropa, espero que le quede, era de Kirishima cuando Mina todavía vivía aquí. — ¿Katsuki? — aw, esta dormido, la pelea debió cansarlo mucho, dejó la muda en la mesita de noche, me doy la vuelta, — O-Ochaco — ¿Eh? Me esta tomando de la muñeca, — ¡Wah! — me atrajo hasta él, — ¿Bakugo? —.
— Quédate... — ¿volvió a quedarse dormido? Ah genial, si me muevo lo voy a despertar, — Bueno... — me acurrucó a su lado, el instintivamente, supongo, me abraza, apegándome aún más a el, solo me queda dormirme.
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Abro los ojos lentamente, ¿Eh? ¿Katsuki no está? Me levanto y me dirijo a la sal, mmm, huele a pancakes, — Buenos días, cara redonda — Katsuki esta haciendo pancakes en la estufa, también tiene puesta la ropa que le dejé anoche, sonrío, — Buenos días — digo tomando asiento en la barra de desayuno, — Toma — me deja un plato con los pancakes, — Gracias — tomo el tenedor y los pruebo, — Están muy ricos — digo sonriendo, como más, el se sienta con su propio plato, — Gracias — veo que sonríe ligeramente.
Terminando de desayunar, lava los platos, " Es lo menos que puedo hacer como “pago” por lo de quedarme, cara redonda", solo me quedo mirando, cuando termina, me mira y se rasca la nuca, — Supongo que ya me voy, lamento las molestias — veo que puso su ropa en una pequeña bolsa, — Iré a ver que hago — frunzo los labios.
— Vas a volver a robar y a meterte en problemas — su mirada se altera, solo chasquea la lengua, — Katsuki — aparta la mirada, — Es lo único que se hacer — escupe. Suspiro, — Hoy es sábado, no voy a trabajar tampoco así que, quisiera pasar el día contigo — sonrío.
Katsuki voltea a la puerta, luego chasquea la lengua y se dirije a donde estoy. Luego se deja caer en el sillón, — ¿Qué tienes en mente, cara redonda? — no puedo evitar sonreír. Quiero que vuelva a ser el Katsuki Bakugo que conocí.
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