Katsuki Bakugo, a causa de la pérdida de sus padres, se ve obligado a ser un ladrón y sobrevivir solo en este mundo despiadado a la edad de 12 años. Seis años después, en una pelea callejera, a punto de desmayarse, llega una chica conocida que le de...
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— ¿Una película, quizás? — me recargo en mi mano, si no fuera porque en realidad no se a donde pinches ir, no estaría aquí, obviamente. — Tsk, lo que sea —. Ochaco se levanta y toma una caja que estaba debajo de su sofá, — Mis papás me dieron unas cuantas — dice quitandole la tapa-- NO JODAS, — ¿UNAS CUANTAS? OCHACO, ESO PARECE UNA RESERVA — le quito la caja y leo algunos títulos de películas.
Ochaco ríe ligeramente, — A mis papás les gusta mucho ver películas, también me dieron una bolsa de maíz para hacer palomitas — saco algunas películas que me llaman la atención, son un montón, finalmente — Quiero ver esta — le doy el DVD a Ochaco, que lo lee, — ¿“El Rey León”? — me levanto y me dirijo a la cocina.
— Si, ¿algún problema? Ahora, ¿dónde está la bolsa de maíz? — abro las puertas de la alacena, tomo la bolsa del fondo, — Bueno la vamos a ver y hacer palomitas o qué pedo — la miro, ella parece confundida por un segundo, luego sonríe, — Si — asiente.
— Que sepas que no se hacer estas mierdas — le entrego la bolsa, ella saca una ¿olla? Parece una olla pequeña, meh, pone el maíz y un poco de aceite, luego lo tapa, — Hay que esperar unos 5 o 7 minutos — se voltea a verme.
— Fresco — agarro un plato hondo y lo dejo al lado de la estufa, luego prendo la tele y el bluray¿ N.A: no sé si así se llamaba, lo siento, agarro la cajita de la película para meter el DVD en la chucha esta. — Ya están las palomitas, Katsuki — veo a Ochaco.
Pone el plato hondo con las palomitas en la mesa cafetera y se sienta en el sofá, meto el DVD y tomo el control, me siento al lado de Ochaco, tomando unas palomitas de paso, recargo mi brazo en la wea esta del sofá.
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— El vive en ti — si, uh, terminamos de ver El Rey León y insistí en ver la segunda, déjenme en paz. También, en varias ocasiones, Ochaco y yo imitamos a las hienas y a Timón y Pumba, fue divertido. — El vive en ti — no sueltes lágrimas aquí Katsuki, no en este perro momento.
— Está observando — ¿Ochaco? — Lo que ves ahí —. — Está en el agua, en la verdad, en tu reflejo, él vive en ti — volteo a mirarla, luego otra vez a la pantalla, cuando presentan a Kiara al reino, ¿Será su canción de película favorita?, — Él vive en ti, el vive en mi, está observando, lo que ves ahí — debo de decir que me sorprende la sincronía con la que cantamos, sonó estúpido, lo sé.
— Está en el agua, en la verdad, en tu reflejo, él vive en ti — Simba y Nala le hacen mimitos a Kiara, y Timón y Pumba se dan cuenta de que es una chica, — Es tu canción favorita de ahí, ¿no? — miro a Ochaco, ella sonríe, Dios, ¿por qué es un hermoso rayito de sol? Uh, ¡no pensé eso, olviden eso, malditos lectores!
Aparto la mirada a la pantalla con brusquedad, — Si, lo es, ¿te molesta? —. — Para nada — ríe, luego suspira, la veo de reojo, y recarga su cabeza en mi hombro, — Es la mía también de hecho — evito sonrojarme y me centro en seguir viendo la película. Maldición, su ternura algún día me va a matar.
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