Capítulo 2: Escondidos

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Gerardo estaba consternado ante lo que había escuchado, bajó sus brazos y miró hacia el piso.

-¿Qué pasó Gerardo? Le preguntó Rogelio

El no respondió, y la voz de Daniela se escuchaba al teléfono.

-¡hey! ¡Responde! ¿Es ella tu novia?

Inmediatamente Gerardo se puso al oído el celular

-¿Qué? ¿Está bien? Preguntaba sin dejarla hablar

-tranquilo, está viva.

-¡pásamela por favor!

Daniela le ayudó a levantarse, estaba debajo de algunos cuerpos, al parecer entraron más personas a su oficina, pero ya estaban todos muertos aparentemente.

-¿estás bien, eres Martha?

-sí, soy yo, ¿Qué pasó?

-te habla alguien por teléfono

Su mirada se abrió y se le iluminó el rostro de alegría.

-mi amor, ¿Cómo estás? ¿Qué está pasando? ¿Estás bien?

Le preguntaba entusiasmada, pero a la vez preocupada.

-si mi amor, estoy bien, ¿tu como estas? Gerardo se escuchaba muy alegre.

-bien mi amor, y que bueno que estas bien, me alegra mucho escuchar tu voz otra vez. Sus lágrimas recorrían su rostro

-a mí también me alegra mucho que estés bien mi amor. Le dijo Gerardo

-¿Qué está pasando? ¿Qué es todo esto amor?

-no lo sé mi amor, espero y lo sepamos pronto, mientras tanto cuídate mucho y aléjate de esa gente, mantente a salvo mi amor Le respondió Gerardo con un tono serio.

-si mi amor, tú también cuídate mucho, ya quiero que estés conmigo. Le dijo ella

-si mi amor ya pronto iré para allá, trataremos de irnos en el camión de la empresa, mientras manten....

Se cortó la llamada.

-¡no! Se descargó el celular. Gerardo estaba molesto, movía la cabeza de lado a lado

-te prestaría el mío, pero se quebró mientras intentaba escapar de uno de ellos. Le dijo Rogelio

-el mío se me cayó en la oficina. Le dijo Fernando con voz baja, ya estaba delirando por la mordida que traía

-y el mío también se quebró. Le dijo Antonio

-maldición, tengo que regresar al edificio

-no es buena idea Gerardo, allá afuera está lleno de.... Esas cosas. Rogelio intentaba detenerlo

-son zombies, y estamos acabados. Dijo Antonio

-¿Qué? No puede ser. Lo negaba Rogelio

-no lo entiendes, míralos, son todos los trabajadores de aquí, algo los hizo así, no entran en razón, comen gente, muerden y caminan muy lento; son zombies. Les decía mientras se asomaba por la ventanilla de aquella habitación de vestidores...

-de ser así entonces estoy acabado. Dijo Fernando mientras se tocaba su brazo

-no digas eso, te salvaremos, solo hay que buscar a Janeth la enfermera, y si está viva, ella podrá curarte la herida. Le dijo Rogelio

-no lo entiendes, ¿que acaso no has visto películas o series de zombies? Está infectado y si no lo matamos pronto se va a convertir en uno de ellos y entonces estaremos muertos. Les dijo Antonio

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