Acto 3

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Esta vez no hay caída libre inesperada cuando el presentador comienza a hablar, lo cual agradezco en el alma- Y a continuación un acto colmado de decisiones valiosas y momentos memorables. El punto en donde comenzamos a recorrer caminos derivados de nuestras pasiones, ese momento en la vida donde nos preguntamos si las cosas pasan por casualidad.
El haz de luz crece y la escena ahora está repleta de sombras que caminan por el escenario. Entre todas estas siluetas humanas una muchacha de cabello largo camina torpemente. Ella carga en su mano izquierda una pila de libros y en la derecha una hoja de papel. Mira para todas direcciones con angustia, obviamente está perdida. Una voz a nuestro costado comenta lo que es obvio, pues esta nueva muchacha se ve como lo habría lucido Maria años antes de tener a su hija.
-Disculpa-dice Sofia, pero las sombras continúan su marcha, como el agua de un rio. Sofia continúa intentando, pero nadie parece verla o al menos prestarle atención.
Entre la multitud otra persona pronto destaca, un muchacho de cabello negro que camina en dirección opuesta a nuestra protagonista de libros azules.
El bullicio se encarga de arrastrarlos hasta hacerlos chocar. Ambos pierden cosas enmedio de la colisión, ella deja cae sus libros y la hoja a la que se aferraba sale volando en el viento, él pierde el balance y termina en el suelo. Las sombras caminantes hacen espacio alrededor de ellos y se detienen formando un fondo negro; ahora parece que solo están ellos dos.
-Perdóname, no te vi- dice ella y extiende su mano para ayudar al muchacho- ¿Te has hecho daño?
- No te preocupes, estoy bien-responde él y toma la mano de ella y se miran por primera vez.
Él se pone de pie lentamente, ella sigue sosteniendo su mano a pesar de que, obviamente, él no necesita ayuda.
Permanecen callados, sumergidos en el momento cuando la voz del presentador se escucha en toda la carpa
-Casualidad, destino, lo inevitable de los tesoros que adornan la vida- al borde del escenario no aparece el presentador y en su lugar aparece la mimo con una canasta llena de rosas y otras cosas rojas. Ella entra en la escena arroja una lluvia de flores y corazones de fomi alrededor de los chicos. Mientras lo hace, el público suelta pequeños suspiros e incluso pequeñas risas por su acción. Uno de ellos murmura que la escena es exagerada pero otra persona le responde que no. "Después de todo el amor es distinto para todos y quizás el suyo sea así. Cursi y algo infantil, como podría ser el primer amor"
-Tranquila, estoy perfectamente-sonríe y ella se sonroja de pronto.
-Que bien entonces-ella alarga la entonación de la última palabra, el chico la mira curioso
- ¿Entonces?
- ¿Me devolverías mi mano? - el rostro del muchacho se enrojece y ella deja escapar una pequeña risa cuando él la suelta.
-Disculpa-él se apresura a tomar los libros en el suelo y se pone de pie-Aquí tienes, sanos y salvos- le entrega la pila de libros a la chica que no ha dejado de sonreír.
-Gracias-dice ella y ambos se miran en medio del silencio. Él busca un tema de conversación, se nota por como sus ojos se mueven de un lado a otro revisando lo que ella lleva encima.
-Así que... contabilidad eh? - dice de la nada.
- ¿Perdona? -contesta ella algo confundida; mal jugado amigo conquistador.
- Tu... tus libros son de contabilidad, por eso pensé que estudiabas algo así.
-Bueno si, solo que es mi primer día y yo-Sofia se detiene y se percata de la ausencia de la hoja que llevaba hace unos segundos, su rostro proyecta el pánico que debe estar sintiendo- no puede ser- suelta invadida de angustia, él la observa confundido.
- ¿Pasa algo malo? -pregunta.
-He perdido mi hoja guía- responde ella revisando  por todas partes en búsqueda del trozo de papel-en ella tenía todo lo que debía hacer llegando aquí-la muchacha luce ansiosa, eso aparentemente le da a él un tema de conversación.
-Tranquila, toda ira bien-dice. Toma la pila de libros de la chica y le sonríe- yo seré tu guía, es lo menos que puedo hacer después de tirar tus libros con mi cabezota.
-No te preocupes, no quiero ocasionarte problemas con mis tonterías de novata.
-No digas eso, además si dejo que sigas distraída por ahí podrías lastimar seriamente a alguien- ambos intercambian miradas y se sonríen. El presentador aparece junto al mimo, quien actúa una risa juguetonamente-hay ocasiones en los que solo hace falta ser un poco valiente... A veces hace falta tan solo un empujón- la mimo saca de su bolsillo una flor de origami, camina los chicos juguetonamente. Coloca la flor en el cabello de Sofia y empuja al chico en dirección a ella para huir despavoridamente sin mirar atrás. La escena recobra vida y ahora ellos dos están más cerca.
-Bueno... eso sería genial, no sabes lo mucho que me estarías ayudando- Sofia se queda pensativa, mira con detenimiento al chico frente a ella y él se pone tenso, al parecer ella lo pone nervioso.
- ¿Pasa algo? -pregunta, no deja que los nervios de conquistador le ganen.
- Lo siento, pero no se tu nombre- él suelta una carcajada ahogada, esta visiblemente más relajado que hace diez segundos.
-Es cierto, sigo sin saber tu nombre-el chico hace una pausa, levanta la mano y la extiende frente a la chica-me llamo diego- Sofía la mira y acepta el saludo.
- Me llamo Sofía.
-Un placer chica encantadora, digo contadora- ella lo mira furtivamente y finge no haber notado su error pues le parece lindo.
-Entonces podrías guiarme- él sonríe y pone su brazo a un costado de Sofia para que ella pueda tomarlo.
- Será un honor- responde y las sombras los envuelven para dejarnos a nosotros en la negrura.

El circo de la vida (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora