¿Un club de baile?

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-¡¿Qué!?- les grite en la cara a mi padre. Tan solo habían llegado del trabajo y me habían dado la peor noticia de mi vida.

-lo que escuchaste Jean- confirmo seriamente mi padre, un hombre obeso a decir, pero con un gran carácter que obviamente herede -asistiras a un internado de artes- volvió a repetir en mi cara.

-¿pero porque?- pregunte confuso. Odio lo artístico, soy pésimo en cosas como pintar, bailar crear y cualquier cosa que tenga el "ar" al final.

-¿todavia preguntas?- bromeo mi hermana mayor. Sayumi era 3 años mayor que yo, además de ser quien mantenía mayormente esta casa desde que mamá callo enferma -¡te expulsaron de la escuela genio!- me dio un golpe en la parte trasera de la cabeza.

-ya dije que no fue mi culpa- rodé los ojos mientras le devolvía el golpe por debajo de la mesa.

Sayumi piso mi pie con la punta de su tacón de aguja. El peor momento de molestarla es cuando llega del trabajo, esos tacones son armas mortales que no todos tienen.

-si claro- hablo sarcástica la castaña de mi hermana -quien te culparía de poner garrapatas en la silla del director- me señalo con si tenedor -y mas cuando hay un vídeo y testigos- volvió a su plato de comida.

Tome un bocado de la carne que me había servido en mi plato y le dedique una mirada de odio a mi hermana.

-el dijo que no podia llevar una gorra- narre con la boca llena -ni porque le explique al inepto que así era mi estilo... ¡Me coloco un reporte!- exclame una vez que trague lo que tenia en la boca.

-Jean- llamo mi padre -tampoco puedes imponer tus reglas- aclaro.

-tampoco es que una gorra afecte mi desempeño académico- me excuse.

-tampoco es que no seas un inepto que no lee el reglamento- se metió nuevamente Sayumi.

La volví a mirar con odio y ella solo río en mi cara.

-¿y a ti quien te hablo metiche?- le pregunte mientras la ofendía.

-me meto si quiero mal parido- también me ofendió pues ya se estaba enojando.

-¿no sabes cuando cerrar la boca?- le pregunte -eres un dolor de cabeza Sayumi- le reclame.

-no mas que tu- se levanto de la mesa solo la golpear mi frente -mejor deja de hablar y mirate en un espejo, por que no es a mi a la que van a mandar a un internado de artes porque es la sexta vez que me expulsan de una escuela en la mitad del año escolar- su mirada me hizo entrar en razón.

Sayumi aunque en ocasiones se comportara infantil, tomaba el rol que mamá debería estar tomando.

-¿pero porque un internado de artes?- pregunte mas tranquilo mientras Sayumi volvía a sentarse en su silla.

-para ver si así controlas tu mal genio- recalco mi padre con una mirada dura.

Mi mal genio era lo que había conseguido la reproducción de un empresario con cara de ángel combinado con humor de directora virgen (monjas), y una maestra de preescolar amada por los padres temida por los niños. Si Sayumi era todo lo bueno de mis padres, por obvias razones el segundo hijo tendría que ser todo lo contrario, dando como resultado, yo.

La cena termino en un ambiente tranquilo.

Ahora nos trasladamos una semana después. Fui enviado a ese internado, el cual llevaba por nombre IAS (internado de artes escénicas).

Como fui de los últimos en inscribirse o mas bien de los últimos en ser aceptados por mi "carta de buena conducta" la cual paso desapercibida por una cantidad extra de dinero.

Pero el ser de los últimos me causó un problema mayor, debía pertenecer a un club de artes en especial. Lo malo es que ya todos estaban con sobre cupo.

-¿tu eres Jean?- me preguntaron. Al girarme me tope con una joven y bella mujer de cabello rojo además de unos preciosos ojos miel.

-si- apenas pude decir.

-soy Violeta White- me sonrió tiernamente -seré tu asesora por este periodo escolar- explicó amable.

-un placer- trate de ser buena persona, cosa que no me caracteriza mucho que digamos -llega justo a tiempo, necesito ayuda con el club- le pedí.

-si ya estoy informada- aseguró, abrió su bolso que llevaba y saco un sobre color rosa que llevaba su nombre escrito en la orilla -como el club de danza es el único disponible entraras ahí-

Hice una mueca de desagradó, la danza era un elemento con el cual estaba peleado desde los principios de mi vida.

-no había algo menos... ¿Rosa?- pregunte con un completo desagradó.

-no- hablo aun sonriendo. Me extendió el sobre que anteriormente había sacado de su bolsa mágica y me lo entregó -busca a la capitana del club de baile y entregarle esto?

Mire por los pasillos en busca de algún indició.

-¿y donde la encuentro?- pregunte de mala gana -mas importante aun ¿como es? No la conozco-

-es una persona obviamente- se burlo de mí -buscala en la sala de baile que esta al final del pasillo, todos la conocen solo pide indicaciones-

Mi materia favorita, pedir indicaciones.

Deje a Violeta atrás para emprender mi búsqueda por la chica baile. Como Violeta dijo, al final del pasillo estaban los salones de baile.

Me acerque a una chica morena que se veía simpática, si no lo era bueno... Me encargaría de volverla.

-disculpa- le toque el hombro ligeramente, ella se volteo a verme con una sonrisa ¿por qué todo el mundo sonríe aquí? ¿No están cansados de estar en este infierno? -busco a la capitana del club de baile-

Ella abrió los ojos sorprendida de mi.

-¿al demonio de tasmania?- preguntó nuevamente -esta en el último salón a la derecha,... Buena suerte novato- palmeo mi hombro.

¿Suerte? He lidiado con muchas chicas imposibles, nadie a podido con migo, ni siquiera la inepta de Sayumi.

Camine hacia el final del pasillo, hasta encontrarme con el último salón que había.

Estaba casi vacío a excepción de la chica que estaba sentada sobre el escritorio y con una tablilla en las manos.

Se veía como una niña, su rostro al menos era el de una niña, pero lo que podía ver de su cuerpo era el de una adolescente bien formada, con el cabello rubio atado en una coleta alta y unos lindos ojos azules.

Me & YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora