Gracia Divina

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Aquí estaba, sentado en mi lugar asignado en el aula de clases en plena clase de lengua extranjera. Debo admitir que creí que solo nos darían clases de arte pero al parecer también dan otras materias. El salón estaba completo, o casi completo, había una silla bacía a mi lado.

-antes que acabe la clase ¿alguien mas no asistió hoy?- preguntó el profesor. Las miradas de todos se dirigieron al asiento vacío a mi lado -la señorita White, como siempre-

Así fue como descubrí que Kim estaba en la misma clase que yo. La campana sonó y me levante del asiento, camine por los pasillos hasta llegar al salón del club de danza, respire profundo y apreté aun mas la correa de mi mochila donde traía un cambio de ropa.

Deslice la puerta Encontrándome con la misma rubia hablando ahora con otro chico de cabello negro quien me estaba dando la espalda.

-ya llego- comento Kim señalándome.

El chico se dio la vuelta para verme, apenas nuestras miradas chocaron sabia que esto seria malo. El ambiente se volvió tenso, si las miradas mataran esto seria una guerra total, ninguno hablaba.

-jean el es Anthony. Sera quien te dará las lecciones privadas- Kim rompió el silenció para dar el comunicado, desvíe mi mirada de él a ella. Una vez mas estaba seria mirándonos a los dos -ahora si no es mucha molestia dejen de matarse con la mirada y ponganse a trabajar- dio un chasquido con sus dedos para apresurarnos.

Fui a cambiarme en el vestidor masculino que estaba escondido detrás del gran espejo. Al salir Anthony me esperaba listo para comenzar con el calentamiento.

-primero debo evaluarte para saber desde que punto comenzar con tigo- hablo mientras me veía a través del espejo. Kim se encontraba al otro lado de Anthony sentada sobre la bocina como era su costumbre, solo que esta vez en lugar de ver su tablilla, nos veía directamente -pero por lo que Kim me dijo y puedo ver, hay mucho que trabajar- no dejaba de verme de arriba a bajo y viceversa.

Cerré los ojos dos segundos para calmar mi mal humor, al abrirlos le di una mirada rápida a Kim quien tenia una expresión seria, pero a la vez su mirada reflejaba comprensión.

-voy a unirme a ustedes en el calentamiento- hablo ella dando un salto y parando se junto a mi teniendo a Anthony frente a nosotros -no te frustres si no puedes al principio- me hablo en un susurro -debes ser paciente y trabajar duro-

Ella había leído mi mente y había nota que me enojaba cuando no lograba las cosas.

-creí que no hacías bailes modernos- susurré igual que ella.

-no los hago- respondió -pero el calentamiento no es tan diferente que el de danza clásica- me sonrió ligeramente.

La musica comenzó a sonar y Anthony nos daba instrucciones de que movimientos hacer. Comenzábamos desde la cabeza, pasando por el torso, obviamente las piernas y finalmente los píes. Solía jugar fútbol, pero solo con amigos y nunca había entrado a un equipo como tal, pero mis músculos trabajaron mas que lo que solían trabajar cuando jugaba. Kim en cambio hacia ver todo tan sencillo, sus piernas tenían marcados los músculos cada vez que las estiraba sabia que si algún día ella decidía meterme una patada en la cara me proporcionaría no solo un sin fin de moretones, también una nariz y labio roto.

Cuando terminamose deje caer en el suelo con la respiración entrecortada, mi camisa estaba completamente mojada en sudor, mis piernas gritaban de dolor y mis músculos agonizaban.

-realmente hay mucho que trabajar- hablo Anthony mirándome desde arriba ya que estaba de pie frente a mi con sus cosas en mano -tendremos que darte acondicionamiento físico para que soportes la intensidad del baile- parecía estar anotando cosas en su teléfono mientras hablaba con migo -hay mucho que trabajar. Comenzamos mañana después de clases luego de las lecciones de ballet- sin mas paso a un lado de mi para salir del salón.

Al cerrarce la puerta cerré los ojos. A este punto no se si lo lograre, no creí que los bailarines trabajaran tanto para solo bailar.

Escuche a Kim sentarce junto a mi, al abrir los ojos lo primero que note era como me extendía una botella com agua. Sin pensarlo dos veces la tome, me senté y bebí el liquido como si fuera lo ultimo que fuera a beber en toda mi vida.

-¿siempre es así de serio?- le pregunte refiriéndome a mi nuevo profesor.

-solo con tigo- admitió mientras comenzaba a quitarse los calcetines de los pies -cuando le hable sobre ti le enojo el hecho de que entraras prácticamente obligado. Para nosotros el baile es mas que solo moverse- comenzó a explicarme mientras desenrollaba unos listones a unas zapatillas de ballet con la punta dura como caja -para nosotros es una forma de expresión, es como sentirse libre, cada quien interpreta el baile con un sentimiento diferente. Para todos significa algo diferente, ahora ¿qué significa para ti?- me cuestionó mientras me miraba seriamente pero sin intimidarme.

Abrí la boca para decir algo, pero al darme cuenta que en realidad no tenia una respuesta solida la volví a cerrar.

-no lo se- respondí en un susurro.

Kim dio una pequeña risa como respuesta.

-espero que lo descubras pronto- finalmente se levanto. Ya había terminado de colocarse dichos zapatos duros y ahora se dirigía a una barra en la pared detrás frente al espejo.

-¿qué significa para ti bailar?- le hice la misma pregunta.

Había comenzado a hacer ejercicios logrando pararse por completo en la punta de sus pies. Sus piernas tenían marcados los músculos cada vez que las levantaba o se paraba en las puntas, sin embargo seguía viéndose femenina y a la vez delicada, todo lo contrario a su personalidad.

-significa ser libre- respondió sacandome de transe -significa que puedo ser yo misma sin que nadie me reprenda o me cambie- concluyó.

Analice su rostro serio y a la vez parecía trasmitir un toque de tristeza, nuevamente la curiosidad me invadió al verla con este nuevo lado que no había mostrado.

¿Cual es tu secreto Kim?

Me & YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora