Inicio, conclusión...dejando de ver

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Si preguntaron como un ciego le va escribir a la vista, qué le tendrá que decir, si nunca la conoció, nunca pudo apreciar el amanecer, nunca pudo bueno en pocas palabras nunca pudo ver nada, si tienen razón no tengo la dicha de ver las cosas como lo haces tú, no tengo la fortuna de ver el atardecer cada día así como lo haces, bueno no te culparé por decirme tonto por escribirle a algo que no tengo, pero lo quiero hacer.

Soy optimista al pensar en lo que ven las personas, a veces me creo mundos en mi mente, te preguntarás cómo lo hago, simplemente son recuerdos conectados dentro de mi cabeza, son los olores mis principales amigos para recordar y si poder ver, gracias al perfume que tenía mi amada fue como la encontré o ella me encontró, bueno, no lo sé, cada vez que estoy triste o me siento solo comienzo a recordar ese hermoso aroma y sí, la veo de nuevo así como cuando le conocí, vuelvo a sentir sus manos, sus labios en fin todo su cuerpo, creo que es igual como ustedes ven al ser que aman, me gustaría saber si esto es cierto en fin habrá que ver de qué manera lo toman ustedes. Dicen que la persona que mira a los ojos se enamora, yo creo que por eso no se volvieron a enamorar de mí, con eso de tener siempre los lentes de sol o si me las quitaba no faltaba el chiste a mis ojos aventureros, si, aventureros, jamás se quedaban en el centro, sería bueno si mirara, porque no tendría la necesidad de moverme al seguir a alguien con la mirada, aunque como hombre ni así creo que sería discreto, mujeres en ustedes aplica otra realidad ustedes miran y graban recuerdan los detalles pero algunas olvidan lo importante, su cara es bella siempre pero al criticar a otra son unas fieras, curioso es el uso de los ojos para cada sexo, algunos ven y no observan, ojala yo pudiera haber visto su sonrisa cuando alegres caminamos, ojala pudiera haber visto los amaneceres, me gustaría tener la suerte de poder ver la arena blanca o el verde de los prados, que en mi mente eran hermosos gracias a mi madre. Era tan buena, que cuando era joven no me dijo la verdad de cómo estaba mi abuelo para que yo no sufriera, no se atrevió a decirme que él estaba lleno de tubos, o que su cara era la de un maltratado por la vida, no me dijo que su sufrimiento era grande, esta amigos una de las dichas de no ver, no sufres según los otros, pero en estos momentos es cuando más se sufren, pude detectar el olor estéril del hospital, el asqueroso retrete del cuarto, la infección de sus heridas (del abuelo) por esta y por muchas cosas le escribo a la vista a mis ojos, porque me abandonaron físicamente, nunca estuvieron a mi lado y así solo sin ninguno que me acompañe aprendí, que mi corazón ve más la necedad, la belleza, la realidad que algunas personas que tiene la fortuna de ver ojos no tienen. Porque prefiero escuchar a las personas, conocer sus intereses, sus risas y sus manías, aun así no puedo juzgarles, cosa que algunas personas que pueden "ver" al hablar con alguien piensan " vaa que feo es", " que pantalón tan feo", "Dios que zorra, mira ese maquillaje". Al ver esto siempre pienso (si escribí, ver, si no entiendes porque vuelve a leer todo) yo siempre e tengo la fortuna de ver la verdad, porque la vivo.

Me despido, espero pronto para verlos o leerlos, en fin alguien lo hará por mí, esa es la suerte del ciego todo mundo quiere ayudarle, porque no puede ver y ustedes ¿si?.

Cartas de un ciegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora