Villamil

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Solamente deseaba que las cosas fueran distintas.

Se había ido de casa por el simple hecho de que no podía soportar más los gritos y las quejaderas de dolor de su madre.

Nadie sabía que se iba.

Jude seguía caminando por las calles de Bogotá en plena lluvia y solo con su celular y una maleta donde acaso sobraba espacio para su ukelele y su computador.

Se detuvo en seco frente al restaurante y decidió entrar a refugiarse por el frio.

Por suerte de la vida todo estaba calientito, se sentía un aroma a chocolate caliente en el aire y era fantástico.

Sintió como su cuerpo descansaba cuando se sentó en la barra y pidió un chocolate caliente.

Sacó su celular y vio trece llamadas de su mamá, pero decidió seguirlas ignorándolas.

Alguien se sentó a su lado.

Jude se quitó su cabello pelirrojo de la cara y lo recogió en un moño alto y sus ojos se fijaron en el chico que se acababa de sentar a su lado en la barra.

Llevaba una guitarra en la espalda y estaba un poco espelucado.

Llevaba un pantalón café y unos Adidas casi desgastados, sin mencionar su buzo gris de LEVI'S.

El chico nada más recostó su frente en la mesa y respiró hondo.

-ey, Jude- le saludó Mariana, una de las meseras del lugar- tu chocolate- le puso en frente.

-gracias-dijo un poco desconcertada al ver como el chico la miraba de reojo- te llevas la propina hoy.

Mariana sonrió y le tocó el hombro.

-puedes tocar para nosotros- bajó la voz- así sea un poquito.

Jude giró los ojos.

-okey- sonrió.

Jude sacó su ukelele y se giró en la silla para ver una mini panorámica del lugar. Marcó Sol y empezó a cantar I'm Yours

Amaba la sensación de seguridad al escuchar su voz y su ukelele.

Pero la cosa no terminó allí.

Escuchó como alguien marcaba sol, al igual que ella y se unió junto a ella en la canción.

Jude decidió abrir los ojos de golpe sin dejar de tocar ni mucho menos cantar y vio al chico del buzo gris ponerse en pie con su guitarra y sentía como sus miradas se conectaban y se acercó un poco más ella.

Lo raro era que sin ensayo todo cuadraba: cada melisma, cada nota todo era increíble.

En un momento de la canción él sonrió robándole una sonrisa a ella casi de un golpe.

Al finalizar la canción los dos se miraron por un largo tiempo mientras los demás aplaudían y los felicitaban, pero ellos no dejaban de verse.

-soy juan pablo- le tendió la mano.

-soy Jude- la tomó y en ese preciso momento decidió que él era su nuevo hogar.

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⏰ Última actualización: Jun 27, 2019 ⏰

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Mi Bobo - OneShot MoratDonde viven las historias. Descúbrelo ahora